El festival de arte urbana incrementa el censo de obras, que supera el medio centenar
18 ago 2018 . Actualizado a las 09:26 h.En pleno mes de agosto, cuando arde el cemento, el arte urbano toma Ordes y lo transforma en el mejor lienzo contra el feísmo urbanístico. Y así, en la décimo primera edición del festival internacional DesOrdes Creativas, organizado por el Concello de Ordes, comisariado por Mutante Creativo y desde hace unos años cofinanciado por la Diputación de A Coruña, el legado de los artistas invitados ya se suma al medio centenar de obras de ediciones anteriores.
Dos de los espacios seleccionados en esta edición embellecen la siempre colapsada N-550 a su paso por el municipio. La obra de Lidia Cao, que puede verse a la salida de Ordes en dirección a Santiago, es un homenaje a las costureras, todo un guiño hacia Ordes, que durante años fue una comarca de referencia dentro del sector textil. Por dimensiones destaca el trabajo de Animalito Land, nombre artístico de Graciela Gonçalves da Silva, que transformó un edificio de cuatro alturas de la rúa Camposanto con su particular universo de cuento.
Minia Regos convirtió una de las paredes de la piscina climatizada de Ordes en un pequeño bosque mientras Miguel Peralta puso su grano de arena en una mediana de la rúa Lagartos. Estos frutos del DesOrdes Creativas ya son patrimonio local, al igual que el trabajo realizado por A. L. Crego que, como las fallas de Valencia, resulta tan asombroso como efímero.