En el municipio viven 2.901 vecinos de más de 65 años y 1.771 menores de 16
25 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Los datos del Instituto Galego de Estadística (IGE) en materia demográfica evidencian la tendencia negativa en buena parte de los concellos gallegos. Durante años, municipios cabecera de comarca mantenían holgados balances positivos, ya que atraían población de su entorno rural más cercano. Pero este trasvase ya no es suficiente.
Un ejemplo de ello se da en el municipio de Ordes, que llegó al cambio de milenio con un censo de 11.938 habitantes, mil menos de los que tenía en el 2011, el penúltimo año en el que el balance demográfico de este municipio resulto positivo. Pero desde que Ordes entró en números rojos, perdió 383 habitantes, lo que supone una merma porcentual del 2,95 %. Esta pérdida provoca también que la densidad de población de las trece entidades del municipio bajase casi dos puntos.
Las estadísticas del IGE también disgregan la población en franjas de edad, con abanicos que abarcan hasta los 16 años, de 16 a 64 años y a partir de esa edad. Y la comparativa de estas cifras es la que pone de manifiesto el desequilibrio de la pirámide poblacional de Ordes. Así, los últimos datos oficiales (2017) registran un censo de 1.771 menores de 16 años, frente a los 2.901 mayores de 64. Sin embargo, el descenso afecta especialmente a la franja que legalmente está en edad de trabajar (de 16 a 64 años), ya que pasó de 8.628 ordenses en el 2011 a los 7.908 del 2017, lo que supone 720 vecinos menos. Por el contrario, el censo ganó 56 menores de 16 años y 356 mayores de 64 en el mismo período.
Crear empleo en el polígono, la solución
José Luis Martínez Sanjurjo, alcalde ordense, reconoce que las cifras demográficas no son nada halagüeñas para el municipio, un problema que surge por el crecimiento vegetativo negativo acumulado, pero también por la crisis económica que en los últimos años se cebó especialmente con mujeres que trabajaban en firmas del sector textil de la comarca y que han cerrado sus puertas. Esta combinación dinamita la natalidad y también provoca una fuga de población hacia núcleos urbanos con mayores posibilidades para conseguir un puesto de trabajo.
La alternativa que ve el regidor ordense para frenar esta sangría demográfica pasa por fomentar la implantación de nuevas empresas en el polígono industrial, consiguiendo así a creación de nuevos puestos de trabajo en el municipio. Esta medida, señala, sí puede revertir la tendencia negativa que marca los datos del censo, recuperando las cifras positivas que se remontan al año 2012.
Oroso es el único concello de la comarca que gana vecinos por el tirón de Sigüeiro
El único municipio de la comarca ordense vinculado al área compostelana que gana población de forma sistemática es el de Oroso. Lo consigue gracias al tirón de Sigüeiro, que permite a este concello limítrofe con Santiago contar con un censo de 7.452 habitantes. De ellos, 1.310 son menores de 16 años, un número superior a las personas de la tercera edad, ya que el registro contabiliza a 1.131 habitantes que superan los 64 años de edad.
Mientras Ordes perdió cerca de cuatrocientos vecinos en los últimos seis años, Oroso engordó su censo en 124 personas. Y solo perdió 59 habitantes en la franja de edad de entre 16 y 64 años, mientras que ganó 85 menores de 16 años e incrementó el censo de la tercera edad en 138 habitantes.
Y si el concello de Ordes sale malparado en su comparativa con Oroso, los datos de Frades, Tordoia y Trazo, evidencian que la sangría demográfica supone un problema mayor en los ayuntamientos más rurales del área compostelana.
Por ejemplo, Tordoia arroja el balance más negativo de toda la zona, al perder 491 habitantes, una cifra que resulta muy preocupante ya que el censo actual, según los últimos datos oficiales, es de 3.433 personas. El municipio de Trazo también adelgaza su censo pero no tan bruscamente como Tordoia, ya que en el mismo período perdió 247 vecinos.