La avenida Alfonso Senra vive en un atasco permanente mientras la ronda leste apenas recibe vehículos pesados
14 dic 2017 . Actualizado a las 22:58 h.Ordes a mediodía es puro trasiego, especialmente los miércoles de feria como ayer. Pero todo este movimiento permanece oculto por el paso constante y por veces atronador de camiones de gran tonelaje por la avenida Alfonso Senra. Ninguno estaciona porque para ellos la travesía es simplemente un lugar de paso.
Estadísticas oficiales al margen, una sencilla prueba empírica constata que los camiones son los reyes del asfalto. En apenas cinco minutos, contabilizados entre las 11.45 y las 11.50 horas de ayer, pasaron veinte camiones en ambos sentidos por la travesía de la N-550, aunque la proporción es superior en dirección a Santiago que en el sentido opuesto, hacia A Coruña.
En este breve margen de tiempo los pasos de peatones no dieron abasto y las imprudencias de los transeúntes van a la zaga. Con este panorama, los ordenses reclaman más espacio para disfrutar de la travesía que solamente saborean en agosto, cuando la carretera se cierra para celebrar las fiestas patronales. Con todo, la resignación es la fórmula que los vecinos usan de forma generalizada para sobrellevar el excesivo tráfico. Y dormir en las habitaciones interiores de las viviendas de Alfonso Senra es otra de las soluciones, porque el ruido de motores comienza a las seis de la mañana. El consuelo al que recurren en Ordes a la primera de cambio es que los camiones de Gesuga que transportaban restos de animales viajan desde hace unos días por Mercurín.
Mientras esto ocurre, la circunvalación o ronda leste apenas tiene tráfico. Utilizar esta vía implica más trayecto, dos rotondas, escasas señales que indiquen la salida y un trazado que no convence a los transportistas, que prefieren acortar el trayecto aunque esto implique alargar el reloj.