«En el vestuario hablamos de la séptima porque preguntan»

ORDES

ÓSCAR CELA

Jugó con el Real Madrid la final de Amsterdam, este año ha dirigido al Ordes y ahora está a la espera de nuevos retos

03 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Jaime Sánchez (Madrid, 1973) ganó con el Real Madrid la séptima Copa de Europa y una Supercopa. Con el Deportivo, una Liga y una Supercopa. Ahora se está abriendo paso como entrenador y esta temporada asumió un reto complicado, el del Ordes, con el presupuesto más bajo de la Tercera División. En esas circunstancias, fueron mejores las sensaciones que los resultados. A la espera de nuevos proyectos, vivirá la final de Cardiff como espectador y madridista, con el deseo de que llegue la duodécima.

-Una vez más, le pregunta que más veces le habrán formulado. ¿Qué le viene a la cabeza al recordar aquella final del 98?

-Añoranza, satisfacción por haber pertenecido a la historia del Real Madrid y, sobre todo, por hacer felices a muchos madridistas.

-¿La Champions era una obsesión en aquel momento?

-Eran 32 años sin ganarla, siempre se hablaba de las Copas de Europa en blanco y negro. Había mucha motivación por parte de todo el mundo. Fue la primera de la edad moderna, por decirlo de algún modo.

-Salió al campo en el minuto 82. ¿Le quedan grabados, uno a uno, los minutos que estuvo en cancha?

-Lo que te queda grabado son los momentos antes de entrar al campo, para un chaval de Alcalá de Henares, del Madrid de cuna. Te ves formando parte de un sueño y te sientes una persona privilegiada. Luego, lo que recuerdas son las ganas de que el árbitro pitara el final para desatar la alegría por el título.

-Se aviene la misma final, con los mismos equipos, pero contextos muy diferentes.

-Sí, es completamente distinto. En la nuestra, veníamos de una liga regular, no muy buena. Se esperaba más. Ni llegamos a entrar en Europa. Nos jugábamos todo a una carta, contra un rival que era favorito y tenía un equipazo: Deschamps, Zidane, Del Piero, Davids... Todo a una carta.

-¿La autogestión de aquel vestuario es mito o realidad?

-Creo que ha sido siempre un mito. Lo bueno que tenía aquel equipo era la unión del grupo, todos conocíamos nuestro rol. No hay éxitos sin labor de grupo. Se ha visto este año, con todo el equipo enchufado.

-¿Alguna vez comentó en el vestuario del Ordes esas vivencias?

-Lo hablamos porque preguntan acerca de esas situaciones, esas sensaciones. Lo cuentas con la máxima naturalidad.

-Alguno se sorprendería al conocer ese pasado.

-Como en todo, te informas, empiezas a tener conciencia de quien te va a entrenar. Al final todo el mundo lo sabe y se entera. Hoy es fácil informarse.

-¿Qué balance hace de esta campaña en Vista Alegre?

-Está claro que a nivel formativo, como entrenador, ha sido un año muy bonito, muy importante. Me quedo con que los entrenadores y los capitanes nos valorasen el trabajo. A nivel de resultados, me hubiesen gustado mejores. Me queda el orgullo de esta plantilla que lo ha dado todo por el club que, sinceramente, creo que podría haber hecho algo más. Pero se ha visto que lo importante es trabajar y competir.

-¿Cómo se motiva al futbolistas cuando los resultados son adversos casi cada semana?

-Es complicado. Por eso me siento orgulloso, porque siempre han sabido levantarse, día tras día, con ganas de competir cada semana. Es para estar orgullosos de esta plantilla. Lo han dado todo, no se les puede reprochar nada. Ese es el gran mérito que se nos ha valorado.

-¿Cómo se plantea su futuro?

-Escuchando ofertas, hay cosas, eligiendo un proyecto que sea interesante. Así me lo planteo, con la máxima ilusión. Este año me ha servido de manera muy positiva.

-Está afincado en A Coruña. ¿Restringe esa circunstancia su radio de acción?

-Mi mujer es de aquí, mis hijos también son coruñeses. Y yo estoy encantado. Pero cuando uno elige esta profesión, tiene que ir dónde crea que el proyecto es interesante. Tengo las maletas siempre preparadas. Ahora es momento de esperar, con ilusión, con ganas.