El propietario del perro que atacó a la veterinaria incumplía la normativa

Emma Araújo SANTIAGO / LA VOZ

ORDES

Animales considerados potencialmente peligrosos por la Xunta
La Voz

Los expertos advierten de que la agresividad depende de cómo lo eduque el dueño

07 abr 2017 . Actualizado a las 12:07 h.

El propietario del rottweiler que el pasado lunes atacó gravemente a la veterinaria de la perrera municipal de Ordes lo entregó sin ningún tipo de documentación con la única información, no contrastada, de que se trababa de un animal de unos siete años de edad, que era «muy bueno» y que no podían hacerse cargo de él porque debía cambiar de domicilio y no tenían espacio suficiente para atenderlo.

En la perrera ordense, haciendo honor a su nombre, Segunda Oportunidade, acogieron a Luck, ya que el único requisito que recoge la normativa de las instalaciones es el abono de una tasa. Desde el primer momento, el perro se mostró especialmente agresivo con los demás animales y permaneció aislado en espera de analizar su evolución. La asociación que gestiona las instalaciones publica fotografías de animales candidatos a la adopción una vez comprobado que cada mascota ya está preparada para la adopción. En el caso del rottweiler, que fue sacrificado tras el ataque, nunca llegó a esa fase, ya que el ataque a la veterinaria se produjo, precisamente, cuando comenzó a evaluarlo porque una persona se interesó por él.

Este rottweiler no tenía chip de identificación ni datos sobre un seguimiento veterinario previo. Ambas carencias suponen un incumplimiento grave de la normativa sobre tenencia de animales. La legislación gallega data del año 2002 y obliga a la persona que desee un perro de una raza considerada potencialmente peligrosa a cumplir numerosos requisitos para obtener una licencia y como premisa básica exige que el animal esté inscrito en el Regiac (Rexistro Galego de Identificación de Animais de Compañía).

La Xunta considera perros potencialmente peligrosos a 15 razas y los cruces de primera generación entre todas ellas (American Stafforshire Terrier, Pit Bull Terrier, Bullmastif, Doberman, Dogo Argentino, Dogo de Burdeos, Dogo del Tibet, Fila Brasileño, Mastín Napolitano, Presa Canario, Presa Mallorquín, Rottweiler, Staffordshire Bull Terrier, Tosa Inu y Akita Inu). A mayores, cualquier otro perro con rasgos de agresividad, sea cual sera su raza, tamaño o mestizaje, debe tener la etiqueta PPP, que significa perro potencialmente peligroso. Pero a diferencia de las razas ya registradas, las medidas extras de seguridad se aplican tras un ataque y no desde su nacimiento.

La catalogación de razas potencialmente peligrosas no es un criterio determinante para medir la agresividad del animal. Así lo afirman los veterinarios, incluida la propia profesional atacada por el rottweiler. En la misma línea se manifestó ayer Javier Balado, presidente del Colexio de Veterinarios de A Coruña, que incidió en que, en líneas generales es la educación y el buen cuidado lo que determina el carácter de los animales de compañía y no la raza. «En realidad, los veterinarios tenemos más mordeduras y arañazos de gatos que de perros», reconoce, aunque con los animales heridos, añade «hay que trabajar con cuidado».

En el Regiac hay 11.790 canes de razas registradas como peligrosas

La ley gallega de protección y tenencia de animales obliga a inscribir a todos los perros y animales potencialmente peligrosos en el Regiac, en donde están anotados en torno a medio millón de mascotas. De ellas, solamente 11.869 son animales de razas potencialmente peligrosas, pero no todos son perros, ya que en este cómputo hay especies que viven en zonas protegidas y animales que no son mascotas. Su número es muy reducido, ya que la cifra oficial de perros catalogados como potencialmente peligrosos es de 11.790 ejemplares. Sus dueños, además de necesitar un permiso especial, deben tener un seguro de responsabilidad civil de hasta 120.000 euros.

Pero esta cifra no se corresponde al número real de perros que deberían estar registrados en esta categoría especial, porque canes como el rottweiler que atacó a la veterinaria de Ordes, sin ningún tipo de documentación abundan en toda Galicia. De hecho, la Consellería de Medio Ambiente, competente en esta materia, los veterinarios y las asociaciones de cuidado de animales organizan campañas periódicas informando de la obligación de registrar a los perros instalándole el microchip.

Concepción sigue ingresada y necesitará un larga rehabilitación

PACO RODRIGUEZ

Concepción B.G, la veterinaria que el lunes fue rescatada por los bomberos de la perrera municipal mientras la atacaba el rottweiler, sigue ingresada en el Hospital Médico-quirúrgico de Conxo, en donde fue operada de las múltiples heridas que le produjeron los golpes y mordeduras del animal, que le arrancó de un mordisco parte del gemelo de la pierna derecha y le ocasionó lesiones menos graves en la pierna derecha y en ambos brazos, heridas producidas cuando intentó defenderse del ataque. Dados los daños musculares, esta veterinaria debe afrontar una larga convalecencia, que según ella misma reconoce dependerá de cómo se regenere su masa muscular. Los médicos que la atienden le confirmaron que, como mínimo, no podrá hacer ejercicios de alto impacto.