Vagalume realizó este año 700 acciones de integración social para las prostitutas de la comarca

La Voz SANTIAGO / LA VOZ

ORDES

La institución, que firmó un convenio con el Concello, realiza visitas informativas en una unidad móvil

12 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Las prostitutas de Santiago y contorno tienen un destacado valedor en el programa Vagalume que desarrolla la entidad Cáritas, con quien firmó ayer un convenio el Concello para atender entre 30 y 35 mujeres. La institución asistencial ha efectuado en lo que va de año en torno a 700 contactos con las mujeres que se dedican al ejercicio de la prostitución, para informarles de sus servicios de atención e integración.

Se trata de una unidad móvil que cada mes y medio se desplazan por cinco rutas del entorno de la ciudad y llega hasta villas como Santa Comba, Ordes y Caldas de Reis. El personal de Vagalume accede en esos trayectos a los clubes de carretera, en donde se hallan muchos de los locales de prostitución. Pero también acude a pisos, aunque en estos últimos la tarea no es tan sencilla. El colectivo es móvil, de forma que una mujer está hoy en un lugar y, al mes siguiente, en otro.

El convenio suscrito por la concejala Marta Lois; el director de Cáritas, José Anuncio Mouriño; y la responsable de Vagalume, Cleofé Rodríguez, permite una aportación municipal de 30.000 euros para eliminar la vulnerabilidad y el riesgo de exclusión social al que las mujeres están expuestas en escenarios de prostitución.

Vagalume dispone de un centro de atención integral con el personal apropiado para el fortalecimiento de la autoestima de las prostitutas, que luego son derivadas a cursos especializados que ofrece Cáritas de cara a alguna ocupación. Además, cuenta con un piso de acogida y con un proyecto psicofamiliar, puesto que estas mujeres, además de ser víctimas de explotación, suelen tener hijos aquí o bien en sus lugares de origen, que quieren traer. La procedencia de las mujeres es diversa. En tiempos del Pombal casi todas eran españolas, pero actualmente, según refiere Cleofé Rodríguez abundan las dominicanas, brasileñas y colombianas, y hay una presencia significativa de ciudadanas del Este, como rusas o rumanas. También hay mujeres provenientes de Paraguay y Nigeria. Las nigerianas configuran un grupo poco extenso, pero complicado. Vienen con nacionalidades falsas o aportan datos que no son reales, y no hay manera de que identifiquen a los traficantes.

Frente a quienes creen que las prostitutas no tienen problemas y ganan dinero, Cleofé replica que «esos son mitos». Son gente «engañada e explotada», añade.