Santiago recibió a 60 peregrinos en enero pese al cierre de los albergues del Camino

Margarita Mosteiro Miguel
marga mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

O PINO

La Puerta Santa, sin colas ni peregrinos, ayer por la mañana
La Puerta Santa, sin colas ni peregrinos, ayer por la mañana Sandra Alonso

La mayoría son españoles, pero también hay europeos, americanos y asiáticos

02 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La idea general de que el cierre perimetral de los municipios no afecta a los peregrinos no solo no es cierta, sino que las personas que puedan ser sorprendidas saltándose las restricciones impuestas para frenar la pandemia pueden ser multadas como cualquier otro ciudadano. Fuentes de Vicepresidencia insisten en que, por ahora, no es posible hacer el Camino. Solo en los primeros días del año, la Xunta permitió que los que estaban en plena peregrinación llegaran al final de la Ruta, pero esa excepción ya terminó, y con las últimas restricciones, todos los albergues públicos y privados tienen orden de cierre.

Pese a todo, aunque de forma testimonial, la Oficina del Peregrino permanece abierta y en el mes de enero se entregaron 60 compostelas. En la jornada del domingo, último día de enero, no llegó ningún caminante, y ayer tampoco se esperaba la llegada de ninguno. Los peregrinos que recibieron la compostela en enero, aunque mayoritariamente son de origen nacional, proceden de todos los continentes. Por nacionalidades las certificaciones de haber hecho el Camino se distribuyen entre: España, 27; Alemania, 9; Portugal, 9; Argentina, 2; Estados Unidos, 2, Francia, 2; Holanda, 2; Finlandia, Islandia, Lituania, Brasil, Rumanía y Corea, uno de cada país.

La mayoría se concentraron en las primeras semanas de enero, pero en la segunda quincena, pese al cierre total, siguieron llegando algunos peregrinos. José Barreiro, del albergue Camiño Real de Sigüeiro (Oroso), comentó que hace una semana «llegó una chica portuguesa, que dijo no saber que estaba cerrado el Camino». Esta mujer vivía en Alemania, y optó por hacer el Camino antes de iniciar una nueva etapa laboral en Estados Unidos. «Yo no la pude alojar, porque estamos cerrados por orden de la Xunta, y fue a un piso turístico».

En el albergue Porta do Camiño, de Pedrouzos (O Pino) hace días que no han visto peregrinos, pero si están recibiendo consultas de personas interesadas en hacer el Camino. «A todos les decimos que ahora no es el momento. Los que se lanzan a hacer el Camino son unos imprudentes. Recomiendo esperar dos o tres meses». Con más de 5.000 seguidores en sus redes sociales, José Ramón Blanco, considera que «los 15 años de experiencia en el albergue me dicen que ya habrá tiempo de caminar».

Pese al cierre de albergues y a las restricciones de movilidad, siguen recibiendo consultas: «Hace unos días una chica preguntaba por pensiones, y hace unos 15 días, otros tres buscaban sitio». La mayoría de los que se lanzan al Camino son españoles, «pero también pasaron hace semanas dos de Alemania y algún portugués». De la misma opinión es Luciano Montero, del albergue Crucesinn (Padrón), que acogió a diez peregrinos en enero antes del cierre, y que asegura «que pese a las limitaciones, algunos se arriesgan y pasan». Lamenta la decisión de cerrar los albergues, «porque no hubo ningún contagio en las instalaciones».