La broma de la boda se pone seria: de la sábana blanca a la valla publicitaria

Margarita Mosteiro Miguel
marga mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

O PINO

Los amigos de los novios recurren ahora a soportes llamativos para dar a conocer los enlaces

26 sep 2019 . Actualizado a las 15:13 h.

Cuando una pareja toma la decisión de oficializar su relación, prometerse amor eterno y celebrarlo por todo lo alto, la imaginación de sus amigos no se limita a la organización de una original despedida de soltero, sino que se activa para crear la pancarta más llamativa que sirva de anuncio de boda para conocidos y desconocidos de la pareja.

La vieja costumbre de escribir un mensaje sencillo, sobre una sábana blanca, con los nombres de los novios y la fecha del enlace para colgarla en la entrada del pueblo, junto a una farola o en un puente de la carretera ya está pasada de moda. Ahora, los colegas del novio y de la novia se arañan el bolsillo y suman a los gastos de la boda un poco más para sustituir la sábana por una lona resistente y hasta por una valla publicitaria.

El mensaje también ha sufrido cambios con el paso del tiempo. Los amigos del novio o de la novia se esmeran en la cita, y de la escueta frase «Fulanito y menganita se casan» se pasa a otros más enigmáticos como «Xogar e brincar o final van casar», «Percherón, moito ladrar e o final vas casar» o «Martiño: tanto dobrar e a partir do 21-9 tócache planchar». Si bien la mayoría de los textos anunciadores de bodas suelen ser bastante respetuosos con los dos novios, en mayo del pasado año un cartel colocado en el acceso a Arca (O Pino), en el que se podía leer: «Dependienta cachonda atopa quen lle mire os baixos e lle cambie o aseite», suscitó duras críticas en las redes sociales. La enorme pancarta estaba colocada muy cerca del lugar de residencia de los novios, y el alcalde de O Pino supuso que no vieron la ofensa, porque no la retiraron.

Cada uno puede hacer su propio ránking de carteles, y ordenarlos por su originalidad o por cumplir con la función de llamar especialmente la atención. De todas, una de las acciones que destaca es la de los monigotes de novios que lucieron hasta hace solo unos días delante de una casa en O Castiñeiriño, junto al puente de la autopista antes de llegar a Os Tilos. La sábana anunciando la boda de Carla y Turu pasó a un segundo plano gracias a los dos muñecos. Otra de las que más atención suscitó fue la propuesta de los amigos de Cris y Reco, que tiraron la casa por la ventana y alquilaron una enorme valla publicitaria que vieron los conductores que circularon por la carretera de A Coruña, al llegar a Ordes. Los carteles no son solo una costumbre de zonas rurales y de carreteras, en la ciudad también pueden verse algunos. A finales de la pasada semana, los vecinos de Almáciga se despertaron con una lona con la que descubrieron que Marina y Sergio, al final se dijeron «sí» y, de paso, todos los vecinos y transeúntes pudieron saber que: «A resaca dura un día, os recordos sempre».

No puede decirse que los carteles tengan una época concreta del año para aflorar en los puentes y en las carreteras, pero en la primavera y, especialmente, hacia el final del verano es cuando se pueden ver más anuncios. Sin duda, basta con prestar un poco atención para descubrir cuáles son los meses favoritos para dar el «sí, quiero».