Los vecinos reclaman a Medio Ambiente que tome medidas
15 feb 2019 . Actualizado a las 05:05 h.«Que traian para aquí aos tiradores de tiro con arco de Lugo». Lo dice un lugareño de Negreira, uno de tantos que dicen estar «fartos» de la plaga de jabalíes que asola Galicia. Los animales entran cada noche en sus fincas para levantarlas en busca de alimento. En la aldea de Outeiros, en la parroquia negreiresa de Xallas, llevan años combatiéndolos: «Eu cheguei a pasar 62 noites seguidas facendo garda nas leiras de millo, e non hai dereito a que Medio Ambiente non faga nada, estamos indefensos, porque isto é unha pandemia», asegura Benigno García, quien hace años electrificó un terreno próximo a su casa para salvaguardar su plantación de maíz. Ahora «xa a xente non quere sementar millo, porque pásase moito traballo para que veñan os porcos e esnaquicen todo».
En Xallas, prácticamente en el límite con Serra de Outes, el acoso de las manadas de jabalíes es diario. «Saes a dar unha volta e velos en grupos de dez ou máis, porque nunca houbo tantos como este ano». Hay incluso quien los ha visto cruzar en manadas por encima de la presa Barrié de la Maza, atravesando por allí el río Tambre, entre Brión y Negreira.
Benigno muestra una finca con un muro de piedra de más de un metro de altura por el que dice ha visto saltar a jabalíes «enormes» que, describe, «meten medo do grandes que son, pois chegan a saltar ata un metro e corenta centímetros, e no outro extremo, pese a ter un peche con postes e malla, levantárono por abaixo para entrar». García insiste en profundizar en sus aseveraciones de desesperación ante el acoso de los cerdos salvajes: «Vannos botar da aldea, pero os porcos irán para outros lugares e farán o mesmo». Ya notificó los daños a Medio Ambiente, porque aparte de levantar praderas de hierba excavando grandes agujeros «tamén removeron a terra onde están as coles», señala.
Esta semana se reunió en Madrid la Mesa Nacional de la Caza, órgano en el que se planteó que los propios agricultores o ganaderos puedan dar caza a los jabalíes dentro de sus propiedades, a partir de un simple aviso previo al Seprona. Esta propuesta fue recibida por los asistentes a la reunión ante la superpoblación de jabalíes en Galicia.