La aplicación de la Lei de Espectáculos encarece la factura de las comisiones de fiestas vecinales

Las comisiones de fiestas que celebran las patronales antes del 2 de julio se libran de las complicaciones que la nueva Lei de Espectáculos añade, con su entrada en vigor el próximo lunes, a los planes de evacuación y emergencia y a las pólizas de seguros. Aunque la reglamentación actual también contempla medidas de seguridad y seguros de responsabilidad civil, el nuevo marco da una vuelta de tuerca a todo el papeleo y, además de más horas extra de trabajo altruista, supondrá mayores costes económicos para las comisiones de fiestas.

En los últimos días se han celebrado reuniones en la delegación de Emerxencias, con presencia de alcaldes y concejales de fiestas, para resolver las dudas que crea la nueva norma. Un edil del ramo de un municipio próximo a Santiago reconoce la «preocupación» de los vecinos por la nueva normativa y apunta que el artículo 40 del texto deja claro que las comisiones solo tienen que comunicar la fiesta al Concello, pero este no tiene que autorizarlas expresamente. El presidente de la comisión no solo se compromete a tener toda la documentación requerida, sino que será el responsable de todo lo que ocurra durante los festejos.

Martín Barbazán, de la parroquia de Xallas (Negreira), objeta que «é imposible que unha comisión poida facer todo o que pide [la norma]». «O axente da París de Noia faino todo», dice sobre la cita festiva de la parroquia el 6 de agosto con esa orquesta. Pero el trabajo extra no le sale gratis a las comisiones. Barbazán calcula que la nueva ley encarecerá ese espectáculo en unos 3.000 euros. En Cobas, donde Olympus estará el 5 de agosto, la norma también supondrá un sobrecoste.

«Este ano podemos facer a festa en Xallas porque temos algúns aforros doutros anos»

La celebración de la verbena de la localidad de Xallas, en el municipio de Negreira, es una de las que podría estar en su última edición. El presidente de la comisión, Martín Barbazán, advierte de que «se non fora polos aforros doutros anos, non se podería facer». Porque al caché de una orquesta de primer nivel hay que sumar el coste de elaborar planes de emergencia y de seguridad, que antes de la nueva Lei de Espectáculos eran menos exigentes. En su opinión, «acabarán por non facerse as verbenas ou terán que asumir o custe as propias orquestras, baixando os prezos».

Olga Caeiro, de la comisión de fiestas de Pontepedriña, no está dispuesta a seguir con su organización. Una de las razones es el «cansancio». Pero hay más: «Llevo cuatro años y cada vez se complica todo más, y encima todo cae sobre dos personas». Aunque no tiene ninguna esperanza de que algún vecino se anime a coger el relevo, Olga se muestra dispuesta a «ayudar» a los que quieran asumir el trabajo. «Pero ayudar no es hacerlo todo», puntualiza. La última celebración de esta comisión tuvo lugar en mayo. Ahora animan a los vecinos de Pontepedriña a constituir otra para organizar las fiestas en el próximo mes de septiembre.

Los miembros de la comisión de Portomouro (Val do Dubra) también están «hartos» de todo el papeleo y de las mil vueltas que tuvieron que dar para organizar las fiestas de finales de julio en su parroquia, que tiene 400 habitantes. Su presidente se lamentaba hace unos días y planteaba que «se che quitan as ganas de facer a festa».

Laura Sixto, de la comisión de Angrois, está tranquila porque en su localidad se librarán de las condiciones que marca la nueva ley. «Nós fixemos e levamos todo o que nos mandaron, pero a nosa festa é sinxela», comenta. Angrois celebra sus fiestas entre mañana y el domingo, justo dentro del límite de aplicación de la norma aún en vigor.

En este sentido, un edil de Cultura de un municipio del área de Santiago lanza la pregunta que muchas comisiones se hacen: «¿No habría sido más lógico que la Lei de Espectáculos entrara en vigor en marzo o en octubre?». Pero lo hace en julio, cuando arranca la temporada de fiestas.

La comisión de Pontepedriña desaparece por cansancio y falta

de colaboración

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