Jubilación en el IES de Melide: «Quen me vai facer agora o bocadillo de tortilla?»

1Xan Méndez está abrumado. Todavía no dejó del todo atrás la resaca emocional del acto de graduación de los alumnos de segundo curso de bachillerato del IES de Melide. Lo subieron al escenario para agradecerle su trabajo. Difícil recuperarse del sonoro aplauso que le brindaron, porque, a diario, sigue embriagándose del cariño que cosechó entre los estudiantes desde la barra de la cafetería del centro educativo. Juan Carlos, que este curso terminó el ciclo medio de madera, le dice, a través de Lola, su intérprete de signos, «gracias por todo». Xan sale de la barra y lo dos se funden en uno de esos abrazos que reconfortan. «Os rapaces de aquí son espectaculares», afirma este melidense de 67 años que, el próximo 30 de junio, se jubila, dejando atrás un cuarto de siglo al frente de la cafetería del instituto de la localidad. A las generaciones de paisanos que cursaron secundaria y bachiller en el inmueble de la avenida de Compostela ningún otro hostelero los alimentó sin salir del centro. El actual IES de Melide recibió sus primeros alumnos tras la Semana Santa de 1999, y, en septiembre, se incorporó Xan Méndez al servicio. «Tiven que montar todo, non había nin enchufes», recuerda. Unas cuantas y cuantos pasaron, desde entonces, por el instituto, y él los conoce «practicamente a todos, tamén aos de Toques e aos de Santiso», añade. En veinticinco años «nunca tiven un problema con un rapaz; hai que saber levalos», asegura. ¿Cómo?. «Con paciencia e nunca polas bravas», responde. Y aunque admite que siempre alguno sale rana, «hasta non teñen malicia, nós tiñamos máis». El aprecio y respeto de los chavales no son los únicos frutos que Xan Méndez recoge de cosecha propia. También sembró reconocimiento y cariño en los docentes. Y entre los que ya están jubilados y los que ejercen, «teño os meus mellores amigos», cuenta. Xan Méndez agradece la consideración con la que lo trataron los diferentes equipos directivos, que, subraya, «sempre me chamaron para colaborar en todo». La implicación es tal que forma parte del Equipo de Normalización Lingüística del centro, donde «son un máis», afirma este melidense que, a las siete y pico de la mañana, ya está manos a la obra para poder satisfacer a alumnos y profesores con la insignia gastronómica de la casa. «Quen me vai facer agora o bocadillo de tortilla?», desvela una estudiante. Se verá. Al igual que se sabrá si las infusiones continúan siendo gratuitas, como también lo son los bocatas para quienes lo necesitan. Igual de incierta es la futura ubicación —desde hace unos 15 años en la cafetería— de la biblioteca, con servicio de préstamo, de la Asociación Galega do Xogo Popular e Tradicional (AGXPT). «É unha das mellores sobre o xogo popular de Galicia», sostiene Xan Méndez, que es presidente del colectivo. Será, además de la familia, el que más gane con su jubilación.

 

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