Él rescató el viejo horno de leña en el que empezó como panadero en Melide y lo convirtió en O Forno de Suso

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

MELIDE

Jesús Mellid abrió O Forno de Suso hace apenas 11 días en la rúa Uruguay de Melide.
Jesús Mellid abrió O Forno de Suso hace apenas 11 días en la rúa Uruguay de Melide. Sandra Alonso

Jesús Mellid aprendió el oficio en el año 91 en La Estrella, un negocio que ahora reabrió como propietario tras estar durante tres lustros cerrado

22 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace más de 30 años Jesús Mellid Rodríguez se inició en el oficio de panadero. Lo hizo en un obrador que, años después, cerraría sus puertas. Él aprendió a cocer el pan en el horno de leña de La Estrella, en Melide, y este mismo mes volvía a ponerlo en marcha como su nuevo propietario, después de estar parado durante tres lustros. «Non fixemos nada obra. Só tivemos que limpar moito e pintar un pouco», explica este vecino melidense nacido en Corneda (Boimorto) hace 53 años. Utiliza la amasadora que ya había y un hogar «que terá uns 40 anos e segue coma novo», destaca. «No seu día, cando o fixeron, din que a xente viña a velo polo grande e moderno que era. E as dúas cousas funcionan perfectamente», comenta Suso, quien ha rescatado del olvido ese material e instalaciones de la rúa Uruguay para fundar O Forno de Suso, su primera aventura como autónomo y como su propio jefe.

«Abrimos o día 11 deste mes no mesmo sitio onde eu empecei. Logo estiven traballando noutra panadería», recuerda. Trabajo no le faltaba y, si por él fuera, seguiría como empleado, pero «por aquí non se paga moi ben a xornada de noite», dice. Continuaría trabajando por cuenta ajena, «se atopara un posto cun soldo que merecese a pena traballar nestas condicións, porque trabállase moito». Reconoce que emprender «foi máis doado do que pensaba» y lo que peor llevó fue «o medo a que non funcione e ao que vai pasar». Hasta el momento, comenta para su tranquilidad, «a acollida foi moi boa» aunque todavía no están a pleno rendimiento. Por ahora, en O Forno de Suso se están centrando en la elaboración de pan tradicional sin aditivos y empanadas.

«O pan leva fariña, fermento, sal e un pouquiño lévedo. Da mesma masa facemos bolas, barras, bolos pequenos e roscas [su producto estrella]», apunta. Y hay media docena de empanadas de distintos sabores: de atún, de bacalao, bacalao con pasas, beicon, mejillón, grelos con chorizo... Suso cuece por las noches y despacha por las mañanas a sus clientes, a los que también ofrece la posibilidad —por un módico precio— de traer sus propios platos (postres, carnes u otros) y asarlos en el horno del negocio alimentado con «madeira de ameneiro e bedugo». Abriendo en plena celebración del entroido, O Forno de Suso también hizo sus primeras rosquillas y orejas de carnaval. «Nos biscoitos de momento non nos metemos porque foi unha semana máis atarefada do que eu pensaba, pero imos facer máis cousas de aquí en diante», constata el dueño. La única ayuda con la cuenta en el arranque de la empresa es con una repartidora que realiza su ruta dentro de las fronteras municipales. Explica Suso que, en sus tiempos como aprendiz había al menos seis o siete panaderías en Melide y ahora «estamos catro. A maioría cerraron por xubilación e non houbo relevo xeracional. Debe ser polo sacrificado que é este traballo».