El gobierno de Melide contrata la restauración del cruceiro más antiguo de Galicia

Natalia Rodríguez Noguerol
N. NOGUEROL MELIDE / LA VOZ

MELIDE

Sandra Alonso

Las dudas acerca de la titularidad de la pieza, del siglo XIV, dilataron la tramitación de la obra, anunciada el pasado junio

09 oct 2022 . Actualizado a las 05:05 h.

Esta vez sí, el cruceiro de Melide se restaurará en cuestión de semanas, tras haber aprobado el gobierno municipal (Adiante Melide-PSdeG) la contratación de la obra. Ese trámite final se resolvió este viernes en una Xunta de Goberno Local que se celebró, en convocatoria extraordinaria, para contratar a BIC Materiales y Conservación S.L. la restauración y puesta en valor que desde el museo etnográfico de la comarca llevan reivindicando, desde hace una década, para una pieza del siglo XIV, considerada la más antigua de Galicia.

El proyecto que firma Marta Díaz Fernández, restauradora de esa empresa, fue el que, en su día, se eligió entre tres propuestas, y el que cuenta, por tanto, con el preceptivo permiso la Dirección Xeral de Patrimonio, que obra en el Concello melidense desde el pasado mayo. El retraso en la restauración del cruceiro, que el bipartito local tenía previsto contratar en junio, obedece a las dudas existentes acerca de la titularidad de la estructura, que es un Bien de Interés Cultural (BIC), ubicado en el atrio de la iglesia de San Roque, al paso del Camino Francés por el centro urbano.

Esa interrogante fue lo que llevó, entonces, a los departamentos municipales de Secretaría e Intervención a informar desfavorablemente la intervención con fondos públicos del cruceiro, que se restaurará con 7.974 euros, procedentes de los fondos de un convenio entre la Mancomunidade de Concellos Galegos do Camiño Francés y Turismo de Galicia. La contratación ahora de la obra —con una subvención, por tanto, que tiene de plazo para justificarse hasta el 15 de noviembre— llega respaldada por un informe de la asesoría jurídica del Concello que incide no solo en las consideraciones que realiza el arquitecto municipal acerca de la necesidad de restaurar el cruceiro debido al deterioro que presenta, y al riesgo al que está expuesto por la desconfianza que genera la unión de la cruz y el fuste por una cincha oxidada.

El informe jurídico también se apoya en la legislación que obliga a los municipios a preservar el patrimonio cultural para avalar «levar a cabo, na maior brevidade posible, cantas labores sexan precisas [...], dado o inminente risco que existe, tanto para a vida do mesmo —recoge en referencia al cruceiro—, como para a súa integridade», se lee en las conclusiones. La contratación de la restauración y puesta en valor del cruceiro llega precedida por sendos oficios —sin respuesta— que, el 30 de junio y el 5 de agosto, se trasladaron a Patrimonio, urgiendo las «absolutamente necesarias» obras de restauración, al verse «imposibilitado» el Concello para su ejecución, «por ser tal actuación contraria a dereito, segundo o informado por Secretaría e Intervención».