Repasa la trayectoria de la agrupación local de Protección Civil al hilo de su medalla por 25 años de servicio
16 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.
Si pregunta en Melide por Juan Curros, probablemente haya quien no caiga en la cuenta de quién es, pero si se refiere a él como «Juan, el de Protección Civil», tiene todas las garantías de localizarlo. Este vecino que tiene su teléfono móvil operativo «dende o 1 de xaneiro ata o 31 de decembro, mañá, tarde, e noite», no solo es la cara visible de una agrupación que llegó a contar con cuarenta y cinco voluntarios. Hoy no llegan a diez, y de todos, únicamente este funcionario del Concello melidense se mantiene al pie del cañón prestando servicio de voluntariado en el grupo de emergencias. La Consellería de Presidencia lo distinguió, de hecho, recientemente con la medalla a los 25 años de permanencia en Protección Civil.
«Todos os recoñecementos son bos, pero preferiría que os políticos de antes, de hoxe e de despois me quitasen a medalla, e, no seu lugar, apostasen firmemente por constituír un grupo de emerxencias en Melide», reivindica Curros. Él fue uno de los fundadores de la agrupación local de voluntarios hace ya 30 años, y desde, entonces, vio frustradas, por decisiones de índole política ajenas a su voluntad y a las necesidades de un dinámico municipio de cerca de 7.500 habitantes, unas cuantas oportunidades de ver cumplido su mayor anhelo para el colectivo. Sin ánimo, así, de hurgar en superadas rivalidades localistas, Juan Curros comenta que «nunca entendín por que o parque comarcal de bombeiros se deixou marchar para Arzúa, cando estaba previsto habilitalo aquí». Tampoco encuentra justificación al reparto que, en su día, se hizo de los extintos Grumir, toda vez que «chegou a comunicarse un de trece efectivos, e, dun día para outro, marchou para Arzúa», cuenta.
Y en la redefinición del mapa de emergencias, las llamadas brigadas GES también pasaron de largo por Melide, y por el camino se quedaron voluntarios de Protección Civil «preparados, formados, e cunha predisposición total, que tiveron que buscarse a vida fóra», lamenta. Para ellos, el responsable de la agrupación de emergencias solo tiene las palabras de reconocimiento que se reservan para las personas que dejan un grato recuerdo: «tiña un equipo fantástico, disposto a calquera hora, e, ademais, eramos unha gran familia, a envexa de todas as agrupacións da contorna», afirma.