El viaducto de Pambre: 30 millones para un kilómetro

Suso Varela Pérez
suso varela LUGO / LA VOZ

MELIDE

Obras del viaducto sobre el valle del río Pambre de la autovía A-54 entre Lugo y Santiago
Obras del viaducto sobre el valle del río Pambre de la autovía A-54 entre Lugo y Santiago MINISTERIO DE TRANSPORTES

El puente de la autovía entre Lugo y Santiago, el más largo de la provincia lucense, será de talero único y su construcción va a buen ritmo

16 mar 2021 . Actualizado a las 17:02 h.

La construcción del viaducto de la A-54 en el valle del río Pambre es un reto por el tamaño del puente, que cuando esté finalizado será el más largo que se haya levantado en la provincia de Lugo, con sus 1.029 metros de longitud (la Xunta presentó un anteproyecto, aún en estudio y debate, para construir uno de 1.700 metros en la ría de Viveiro, pero sin plazos de ejecución).

Las obras del viaducto del tramo entre Palas de Rei y Melide (11,6 kilómetros y 70,9 millones de presupuesto) arrancaron en el verano y por el momento su construcción, a cargo de la adjudicataria, Acciona, va a buen ritmo. En la actualidad se pueden ver levantadas cinco de las dieciséis pilas que tendrá el puente, además de la caja y los terraplenes previos al arranque, en ambas direcciones, y la instalación de los estribos en las dos márgenes de la vaguada. También se colocó la lanzadera de vigas.

Aunque en un principio, en el proyecto inicial, se hablaba de hacer un viaducto de dos tableros (uno de 1.029 metros y otro de 993), finalmente se ejecutará un viaducto en tablero único. No será prefabricado fuera del lugar si no que se ejecutará in situ, ejecutado por autocimbra autolanzable bajo tablero. Este sistema, para los ingenieros, constituye, hoy en día, el proceso constructivo más habitual por la facilidad a la hora de variar el peralte o adaptarse a acuerdos verticales y curvas en planta. Y es que el puente de Pambre, según se especifica en el proyecto de construcción, tiene una curva de radio de 1.400 metros. Precisamente el sistema de autocimbra tiene otra ventaja para el caso específico de Pambre, y se trata de que minimiza el impacto ambiental.

Desde el proyecto inicial, el entonces Ministerio de Fomento, a instancias de Patrimonio de la Xunta, se optó por construir un puente de un kilómetro para afectar lo menos posible al paisaje histórico y natural del entorno, en la parroquia de Sambreixo, ya que a pocos metros se sitúa en trazado del Camiño Francés, la iglesia de Sambreixo, el pazo de Ulloa y el castillo de Pambre, entre otros recursos patrimoniales. Antes se llegó a idea uno más pequeño, de 350 metros, pero el movimiento de tierras que supondría la construcción del trazado causaría un gran impacto visual y supondría ocupar mayor espacio del valle.

Solo su construcción supone un coste estimado entorno a los 30 millones, cerca de la mitad de todo el presupuesto del tramo entre Palas y Melide. Según el cronograma del proyecto tendría que estar acabado este mayo, pero los retrasos en las obras harán difícil que esté para esa fecha.

Obras del viaducto sobre el valle del río Pambre de la autovía A-54 entre Lugo y Santiago
Obras del viaducto sobre el valle del río Pambre de la autovía A-54 entre Lugo y Santiago MINISTERIO DE TRANSPORTES

El proyecto señala que para el 2035 podría ser utilizado por diez mil vehículos diarios y la velocidad estará limitada a 100 km/h

El viaducto del Pambre, por su complejidad, cuenta con un amplio estudio en el proyecto de construcción. Cuando se realizó este, a inicios de la pasada década, se hicieron estimaciones del tráfico que atravesaría esta zona que apuntaban a posibles crecimientos entre el 1,6 % y el 3,5 % anuales, pasando, por ejemplo, de los 7.112 vehículos de media al día este año 2021 a los más de diez mil que se prevén para el año 2037.

Con este estudio del tránsito (entorno al 12 % serían vehículos pesados) se diseñaron las estructuras y el recorrido de la A-54 entre Palas y Melide. Por ejemplo, en la zona del valle del Pambre y en su viaducto se desechó la posibilidad de construir un tercer carril ni lechos de frenada por la ausencia de pendientes prolongadas.

Sí se obligó a ampliar el tablero previsto inicialmente para el viaducto para desplazar el pretil y disponer de la distancia necesaria para no generar reducciones en la parada disponible. Lo que significa que si hubiese un percance en un puente de una longitud tan grande hubiese el suficiente espacio para que los vehículos implicados tengan posibilidad de parada con seguridad.

Por otra parte, que sea un viaducto de mil metros de distancia, que su curva suponga 1.400 metros de radio y que atraviese un valle situado en la Red Natura 2000 del Careón obligará a que la velocidad de paso de los vehículos sea limitada a 100 kilómetros por hora. Esta velocidad posiblemente se aplique a los 12 kilómetros del tramo entre Palas y Melide precisamente porque atraviesa una zona de protección de fauna. Este hecho ya ocurre en otro tramo de la A-54, el que une Monte de Meda (Lugo) con la salida a la N-547 en Montecalvo (Guntín-Monterroso). Son también más de diez kilómetros con reducción de velocidad a 100 por hora.

Además, el tramo de Palas a Melide incluye más viaductos que el del río Pambre: Careón (50 metros y dos tableros independientes), sobre el río Seco (310 metros y tablero único) y el del río Furelos (312 metros y dos tableros independientes).