Kira y Pastora regresan juntas a su casa en Santiso

Natalia Rodríguez Noguerol
n. noguerol MELIDE / LA VOZ

MELIDE

cedida

Una acción en Facebook y una clínica veterinaria de Melide evitan el sacrificio de dos perras al localizar a sus dueños

03 oct 2020 . Actualizado a las 05:10 h.

La suerte de Kira cambió radicalmente este jueves en cuestión de segundos. Fue, primero, gracias al personal de la clínica veterinaria en la que atendieron a esta cachorra de no más de 6 meses, y, después, a una publicación en el perfil en Facebook de Cans perdidos en Melide, la página que, desde hace unos cuantos años ya, gestiona María Arias para divulgar mascotas extraviadas y ayudar, así, a localizar a sus dueños y, a la vez, a remover conciencias sobre la importancia de adoptar y de no abandonar. «Sorrí porque, despois dun mes, o único que paseou foi para ir ao veterinario a durmir o soño eterno», afirma, con ironía, esta vecina de Melide para contar que el sacrificio, finalmente fallido, era el final que le esperaba a la jovial perra de la fotografía que ilustra esta información, y a Pastora, su madre.

Se conoce el nombre de las perras porque sus dueños, vecinos de Santiso, aparecieron tras un aluvión de voces indignadas que compartieron la historia de la que María Arias se hizo eco. En cuestión de horas, incluso aparecieron sendas familias de adopción y de acogida, a las que, además de a la clínica veterinaria en la que se negaron a sacrificar a las perras, expresó su sincera gratitud esta comprometida melidense. «Accións así salvan vidas», agradecía en Facebook la mujer, quien contó que madre e hija caninas habían sido recogidas por el Concello de Melide hace un mes. Al contario que de costumbre y a pesar de haberlas pedido, la Policía Local no le facilitó fotografías para difundir en la página que ex profeso tiene en Facebook para llegar a los dueños; un gesto que les hubiese evitado semanas de espera, ya que «pensaron que llas roubaran ao non ter pista algunha», y que las perras permaneciesen en un espacio poco adecuado.

«O protocolo non pode ser coller o can e tiralo nunha gaiola», protesta María Arias en alusión a la nave de ganado en la que custodia los canes el Concello, proporcionándoles comida y bebida. «Hai, ademais, que darlles uns coidados mínimos e óptimos», reivindica la mujer, harta de pelear con la administración por este asunto. «É pegar contra un muro», dice. El lunes se reunirá con el alcalde, José Manuel Pérez, quien admite que el Concello no dispone ni de las instalaciones adecuadas, ni de personal especializado para la recogida. El regidor melidense avanza que buscará llegar a un acuerdo con un centro de acogida autorizado, tal y como obliga la Lei de Protección e Benestar de Animais de Compañía de Galicia.