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Los terrenos de la autovía en Melide desaguan a propiedades privadas causando destrozos

Natalia Rodríguez Noguerol
natalia noguerol MELIDE / LA VOZ

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Vecinos de Campos piden a Fomento una solución a la escorrentía por fuera del ámbito del trazado

29 feb 2020 . Actualizado a las 05:05 h.

La pista de acceso al lugar de Alvite desde A Veiga, en la parroquia de Campos, en Melide, es, aunque no lo parezca, de asfalto. En apariencia, es un camino de tierra, que llegó al vial arrastrada por la escorrentía que forman, cuando llueve con intensidad, las aguas que se acumulan en los terrenos donde se ejecutan las obras de la autovía Lugo-Santiago (A-54). El tramo que entre Arzúa y Palas de Rei vertebrará el municipio melidense, el único pendiente para que la vía de alta capacidad esté operativa en todo su trazado, «ao único que veu foi a facernos dano; enriba de dividir a parroquia, déixanos estes problemas sen comelo, nin bebelo porque as nosas terras non están afectadas en nada pola autovía, non nos deron un peso por isto», afirma Santiago Porto.

Es uno de los vecinos de Campos con propiedades directamente dañadas por las aguas que vierten desde los terrenos de la autovía, que «agora, cando chove, non chupan gota porque quedaron sen terra vexetal», explica Gabriel Mosteiro, otro lugareño afectado. Tras el movimiento de tierras el pasado verano, la problemática sobrevino con las lluvias de los últimos meses del año pasado. Los trabajos alteraron las zonas naturales de drenaje y escorrentía, que el agua, en grandes cantidades, derivó por propiedades fuera del ámbito de expropiación de la autovía.

La situación, y su impacto negativo en el aprovechamiento de las propiedades como tierras agrícolas, se expone de manera detallada en un informe pericial que los afectados dirigieron, recientemente, a Demarcación de Carreteras del Estado en Galicia, adscrito al antes Ministerio de Fomento. Solicitan los vecinos una «solución inmediata», la restauración del estado de las fincas, así como la acometida, durante la construcción de la autovía, de una canalización para las aguas que recoja la infraestructura. Sobre los destrozos en las propiedades particulares, el documento subraya, además de inundaciones en las fincas, el socavón que las intensas lluvias provocaron en una de ellas: tiene más de un metro y medio de ancho, hasta 1 metro de alto y unos 200 metros de largo. Por él corre el agua en tromba hasta atravesar una segunda parcela dañada y alcanzar la pista de acceso a la aldea. Es el vial donde, finalmente, se acumula la tierra que arrastra el agua, que sigue su curso por la cuneta, hasta que se desborda y deriva hacia otras tres fincas afectadas. «Non podemos utilizalas. Nelas acaba toda a auga», comenta la hija de la propietaria de dos de las parcelas. Más de una veintena de vecinos de Campos apoyaron con su firma el escrito de los afectados, que también dirigieron al Concello de Melide.