Los robos mantienen en vilo a los hosteleros de Melide

Natalia Rodríguez Noguerol
n. noguerol MELIDE / LA VOZ

MELIDE

Cedido

En dos meses, sustrajeron las cajas automáticas de tres locales

25 oct 2019 . Actualizado a las 16:14 h.

Proceden siempre de la misma manera. De madrugada. Roban un coche estacionado en la calle -hasta la fecha, un antiguo modelo de Seat León- lo empotran contra la puerta del local y, una vez dentro, encapuchados, en menos de dos minutos se llevan la caja registradora; en todos los casos, de las automáticas, que es necesario cargar para que devuelvan el cambio. Ya de mañana, el vehículo aparece abandonado por la zona. Así fueron los últimos robos a hosteleros de Melide, en alerta por el temor a que sus locales se conviertan en el blanco de los amigos de lo ajeno, que actúan con tanta rapidez que ni los sistemas de seguridad de los locales, ni la voz de alarma que puedan dar los vecinos los disuaden de actuar en los negocios. La última visita de los ladrones fue, estos días, a una cervecería ubicada en plena zona de vinos, en el casco viejo de la localidad, donde, hace un par de semanas, también se llevaron la caja registradora de un restaurante, tras acceder igualmente a su interior mediante el sistema de alunizaje.

El hostelero que regenta el último negocio en el que entraron a robar no valoró aún los daños que le causaron en el local los amigos de lo ajeno, pero «so a caixa que levaron costa 10.500 euros e porque a temos asegurada», cuenta Carlos Castro. No computa el afectado el dinero que tenía dentro la registradora, tampoco el valor de las bebidas que tiraron al suelo, ni los daños en la cristalera por la que accedieron. Este hostelero melidense, al que a finales de agosto también le sustrajeron la caja registradora en otro local que regenta en la zona de vinos, está convencido de que «polo valor que ten, veñen a pola caixa para vendela». De no ser así, «onde aparecen os coches, o normal é que aparecese a caixa desguazada», explica. El mismo tipo de caja registradora codiciaron los ladrones cuando, a principios de mes, accedieron, mediante un alunizaje al restaurante de Pedro Coego. «Eran catro, foron directos á caixa, e nun minuto estaban fóra. Quixeron levar a dos billetes, pero como está anclada non puideron e levaron a das moedas», cuenta.