Vecinos de Melide denuncian sentirse inseguros por hurtos

La Voz MELIDE / LA VOZ

MELIDE

XOAN A. SOLER

«En la Guardia Civil nos dicen que no pueden hacer nada porque son hurtos y no robos», dice indignada una víctima

18 jun 2019 . Actualizado a las 05:05 h.

«Le estaba dando una rosca y una empanada benéficamente, como hicimos tantas y tantas veces, cuando llegó mi compañera con la furgoneta de reparto. En el momento en el que bajó para dejar en el almacén una jaula de pan vacía, aprovecharon para coger del interior del vehículo una cartera con 300 euros y toda la documentación». Así relata la empleada de una panadería de Melide el hurto que dejó a su compañera de trabajo sin el sueldo de medio mes, según cuenta, y sin documentos de impagable valor sentimental para ella. Lo cuenta hastiada, muy indignada porque los hechos, que sucedieron en la mañana del jueves de la semana pasada, se los atribuye a miembros de una familia de etnia gitana a la que los melidenses «les dimos todo lo que te puedes imaginar que necesita una familia para sacar adelante a cinco hijos que tienen», apunta. Sabe de lo que habla porque, además de los gestos de apoyo que tuvo a titulo personal, colabora con Cáritas y es conocedora de las aportaciones altruistas de la organización. A la indignación se une la impotencia porque «en la Guardia Civil -ante la que denunciaron los hechos- nos dicen que no pueden hacerles nada porque son hurtos y no robos», explica. Entonces, «como no tienen delito, pueden seguir y nosotros trabajamos para ellos», afirma, decepcionada.

Precisamente por ese motivo, esta vecina de Melide hace pública una situación «muy indignante» y ante la que «no podemos tomar la justicia por la mano». La familia de la que habla, que lleva unos diez años viviendo en Melide, «es muy conocida por todos» porque, amén de por la solidaridad vecinal que expone, los hechos que les atribuye no son aislados. El mismo día en el que su compañera de trabajo se quedó sin su cartera, dinero y documentación incluidos, «también se llevaron cosas de un supermercado» y la jornada anterior, otra panadería resultó «bastante más afectada que nosotros», comenta. «También robaron en el albergue público, en viviendas...», señala la mujer para dar cuenta de la gravedad de la situación.