Los maestros del «tirapedras» imponen su ley en Melide

MELIDE

Sandra Alonso

La duodécime edición del campeonato melidense reunió a medio centenar de participantes

19 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«¡Vamos, maestro!», se escuchó entre el público cuando Guillermo Lareo se situó a diez metros de tres discos a cada cual más pequeño, empuñó su tirapedras y sacó unas canicas del bolsillo. Fue el primero en ganar el campeonato de esta modalidad de juego tradicional de Galicia Central, que llegó a su duodécima edición en Melide. Y ayer, a sus 83 años, rozó llevarse a casa un trofeo al luchar por el tercer puesto. «Eu só miro para adiante e tiro», afirmó el melidense que empezó a afinar su puntería siendo un niño.

Pero dar en el blanco no es tan fácil, hace falta maestría. El pulgar como referencia, tensar la goma, ajustar la altura, pulso de hierro..., y después enfrentarse a Paco Montanos. Él se ha convertido en el rival a batir. Este vizcaíno hijo de ourensanos se ha alzado con la victoria cuatro veces, las tres últimas consecutivas. «O único segredo é adestrar», explicó tras vencer, al acertar tres veces en el menor de los discos.

Un triunfo que lo sitúa como el más laureado maestro de Melide, desbancando a Leoncio Loureiro, que tenía tres y esta vez no logró meterse en el podio. Ayer, ambos bromeaban. «O importante é participar e recuperar este xogo tan noso», decían. Un espíritu que coincide con el que quiere transmitir la Asociación Galega do Xogo Popular e Tradicional. «Queremos recuperar os espazos de xogos das vilas, aínda que sexa de xeito testemuñal», dijo Paco Veiga, miembro del colectivo organizador.

Tras Montanos se situó Javier Iglesias, que por segunda vez se quedó con la miel en los labios y que participó en todas las ediciones. El tercero fue José Cajide, que ya había saboreado más veces el podio. Pero para su casa viajó otro trofeo. Se lo lleva otro maestro, a pesar de su juventud. Su hijo Sergio Cajide se alzó por cuarta vez consecutiva con el triunfo entre los menores de 14 años. A Sergio el tirapedras se lo hizo su abuelo, Guillermo Lareo. «También me da consejos», explicó. Mucha puntería en casa. «Es cosa de genes», dijo entre risas el orgulloso padre.

Y es que hay cantera con el tirapedras. Eneko Rodríguez, un bilbaíno de 9 años, quedó segundo y el año que viene quiere volver a Melide a por el triunfo. Roi Álvarez fue el tercero. El más joven participante fue Artai Parrado, que a sus 4 años ya apuntó maneras. Melide demostró que el tirapedras no quedó en el pasado.