Vecinos recogen chapapote y peces del río Catasol

La Voz

MELIDE

XOÁN A. SOLER

Un vertido de siete toneladas de alquitrán causado por un accidente del que no se habían aclarado las causas mató a las truchas del afluente del río Furelos

30 jul 2018 . Actualizado a las 11:37 h.

El río Catasol, un afluente del río Furelos de Melide, se convirtió hace diez años en una versión a pequeña escala del desastre del Prestige. Tal día como hoy vecinos y pescadores empezaban a recoger chapapote y peces muertos del río. Siete toneladas de alquitrán sedimentaron en un tramo de cuatro kilómetros del cauce a causa de un accidente. Los que conocían el río avisaban de que el ecosistema tardaría años en recuperarse, porque el vertido iba a diezmar la vida vegetal, lo que provocaría que las truchas que lo traspasasen para desovar muriesen sin remedio. «A troita que naceu no río este ano está toda morta», se lamentaba la Asociación de Troiteiros Río Furelos, que apoyó en las labores de limpieza.