«O Camiño é o pan de moita xente»

Natalia Rodríguez Noguerol
natalia noguerol MELIDE / LA VOZ

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PACO RODRÍGUEZ

Más del 70 % de las licencias municipales ya son para negocios vinculados a la ruta jacobea

18 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los caprichos del calendario -la Semana Santa coincidió pronto- y los meteorológicos -el mal tiempo no dio tregua hasta estos días- no ayudaron a que la temporada alta en el Camino de Santiago empezase con el pie deseado en los numerosos negocios que, en la última década, han surgido al abrigo del primer itinerario europeo de peregrinaciones. No es algo que preocupe o que condicione las expectativas que para la campaña tienen en un sector que confía plenamente en el tirón que, por lo que cuentan, sigue teniendo la ruta jacobea, que se convirtió en la gallina de los huevos de oro para los municipios que vertebra. «Podemos darnos con un canto nos dentes porque o Camiño é o pan de moita xente, que veremos de que vivía se non estivera», afirma José Ángel López, un taxista de Melide que ha diversificado los servicios que ofrece como tal con el de transporte de mochilas y bicicletas.

El de José Ángel es uno de los nuevos negocios que surgieron de las necesidades que sus promotores observaron que tienen los peregrinos. No es el único. En pleno centro de la localidad melidense, y al paso del Camino Francés, abrió hace casi un año una lavandería autoservicio que no solo agradecen los romeros. El negocio también surgió para dar respuesta a necesidades domésticas, pero cuando llegó el momento de buscar local, sus promotoras lo tenían claro. «Queríamos uno que estuviera en un lugar estratégico en el Camino para dar también servicio al peregrino», cuenta Cristina Varela, una de las gerentes. La apertura de negocios vinculados a la ruta jacobea representan ya más del 70 por ciento de las licencias que se tramitan en los ayuntamientos; la mayoría, eso sí, para albergues, pensiones y bares.

Un taxista para cada etapa. José Ángel López y Rosa María Sánchez son un matrimonio de Melide, taxistas de profesión, que, desde hace cuatro años, transportan, amén de viajeros, los bártulos propios del peregrino. Camino Cómodo se llama el servicio, que, con igual nombre pero de manera autónoma, ofrecen otros compañeros de oficio desde Roncesvalles a Fisterra. Cada taxista cubre una etapa del Camino: la de Palas a Arzúa es la este matrimonio.

En Melide y en O Pino. Apunta Ángeles Sánchez que «cando hai peregrinos, hai para todos». Habla de la demanda y de la oferta para pernoctar en albergues como el Alborada, que es el que ella regenta en Salceda, un pequeño núcleo del municipio de O Pino con más camas que vecinos censados. Ángeles contrató a dos personas porque esta temporada se le duplicará el chollo. Alquiló para gestionar O Apalpador, el primer albergue privado de Melide. Lo abrió en 2010 Isabel Santín. paco rodríguez

Abierto de ocho de la mañana a once de la noche. La Colada es la lavandería autoservicio que Cristina, Milagros y Davinia Varela abrieron, como complemento de sus respectivas actividades, enfrente de la que los peregrinos convirtieron en la pulpería más internacional: Ezequiel, de Melide. Aunque impulsaron el negocio pensando también en necesidades de cualquier hogar, dieron en el clavo: «Los que paran en Melide hacen uso del servicio».

Los vecinos afirman que el Camino deja muchos más beneficios que costes

Los municipios más próximos a Santiago son los que obtienen más rendimiento

 

«Ás veces coñecemos máis do que supuxo o Camiño na historia que na actualidade». Daniel Lorenzo, presidente de la Fundación Catedral de Santiago, ponía el dedo en la llaga en la presentación del Estudo do impacto socioeconómico do Camiño, un informe realizado por la Xunta en colaboración con la Universidade de Santiago a través del Idega. Y los primeros resultados no dejan lugar a dudas, las rutas jacobeas no solo tienen un impacto económico en los municipios que atraviesan, sino social, demográfico y cultural.

El francés es sin duda el itinerario más utilizado, y por ello los concellos de las provincias de Lugo y A Coruña por los que pasa son los más beneficiados. Uno de los datos más interesantes destacados por Melchor Fernández, director del estudio junto a Dolores Riveiro, es que el Camino repercute directamente en el aumento del empleo en los municipios que están en su trazado, en mayor medida cuanto más cerca están de Compostela. La afiliación relativa a la Seguridad Social -afiliados por mil habitantes- aumentó en O Pino en los últimos 14 años un 64 %; en Melide un 19 %; en Arzúa un 18 %; y en Palas un 22 %; frente a la media gallega que se sitúa en un 2,8 %.

Los concellos lucenses del Camino Francés son los que más se benefician si se establece una relación entre el gasto directo del peregrino y el PIB. Así, según este estudio, utilizando una estimación de 50 euros diarios de gasto por peregrino, en Triacastela lo invertido por los caminantes supuso en torno al 22 % de su producto interior bruto en el 2014, y en Pedrafita superó el 15 %. Hay que tener en cuenta, claro está, que son concellos con muy pocos habitantes -este último apenas supera el millar de vecinos y Triacastela no llega a los 700-. En ayuntamientos con una mayor población, como O Pino, Melide, Palas de Rei, Arzúa o Sarria, el gasto directo de los peregrinos supone entre el 5 y el 10 % de su PIB, y en O Pino supera incluso ese porcentaje.

Es importante que el Camino tenga un impacto económico positivo en los municipios por los que pasa. Pero también lo es que los residentes así lo perciban, y que no vean el fenómeno jacobeo como una molestia. Por eso el informe realizado por los investigadores del Idega incluye una encuesta personal a los residentes de dos concellos muy diferentes en cuanto a tamaño y tipo de población: Pedrafita y Melide. En el primero de ellos casi el 90 % de los vecinos consideran que los beneficios del Camino en el concello son muy superiores a los costes, mientras que en Melide más del 80 % tienen la misma opinión.

La inmensa mayoría de los residentes -en mayor medida en Pedrafita- creen que esta ruta ha mejorado su comercio local; aumenta las posibilidades de empleo; mejora los ingresos y el nivel de vida de su ayuntamiento; e incrementa el turismo. Y cuando los investigadores preguntan por aspectos negativos, son pocos los que los destacan, aunque una parte de la población apunta a que los peregrinos elevan la contaminación ambiental y en menor medida dificultan la movilidad y el acceso a los servicios.

Repiten: 80 %

Porcentaje que volverá

Ocho de cada diez peregrinos aseguran que volverán a Galicia como turistas.

Gasto: 2,3 %

Inversión turística

Son el 2,3 % del gasto turístico, pero un peregrino implica un impacto económico igual al de 2,3 turistas nacionales.

Plazas: 1.510

En la ruta francesa en 8 años

El 30 % de las plazas de alojamiento creadas en Galicia.

El fenómeno jacobeo mitiga la caída demográfica en el rural

Pedrafita, Triacastela, Samos, Sarria, Portomarín, Palas de Rei, Melide, Arzúa, Monterroso, O Pino... Concellos no precisamente pujantes a nivel demográfico. Y sí, la mayoría de ellos -a excepción de Sarria- han perdido población entre los años 2001 y 2016. Pero si se estima la población de los concellos del Camino Francés a partir de los datos de otros municipios del interior de Galicia por los que no discurre esta ruta, la conclusión es que la situación de estos municipios es mucho mejor.

Además, y aunque lo cierto es que el censo baja, los residentes tienen una percepción positiva del impacto que causa el Camino en la demografía. De hecho, en Pedrafita los vecinos creen que la Ruta contribuye a fijar población en el concello. Si se estima que un peregrino que pasa la noche en un municipio equivale a 1/365 de un residente, en Triacastela, por ejemplo, los caminantes suponen casi el 30 % de la población del concello.