Hará analíticas semanales para determinar las causas que ahora impiden el baño
30 may 2017 . Actualizado a las 23:27 h.La Dirección Xeral de Saúde Pública reforzará los controles analíticos en la playa fluvial de Furelos, en Melide, en la que, de acuerdo con las pruebas previas al inicio de la temporada estival, se desaconseja el baño al ser insuficiente la calidad de las aguas. La medida extraordinaria la anunció la alcaldesa Dalia García Couso (PP) tras el encuentro que ayer mantuvo con la jefa territorial de la Consellería de Sanidade, Cristina García, y personal técnico del departamento autonómico a raíz del resultado de las últimas analíticas. Asegura la alcaldesa que no le pillaron por sorpresa y que, de hecho, esa reunión ya había sido programada con anterioridad a que trascendiesen los resultados.
El caso es que, en lugar de extraer muestras dos veces al mes como está estipulado, se hará con una periodicidad semanal en un intento de determinar las causas de «picos de contaminación» del agua, toda vez que en el registro histórico de los resultados analíticos se observan «variaciones anormales», tal y como apunta Dalia García Couso, que no renuncia a que finalmente en julio, que es cuando el gobierno local tiene previsto abrir al público las piscinas y demás servicios del área recreativa de Furelos, la calidad del agua sea suficiente para autorizar el baño. Sobre las alteraciones que se aprecian en la analíticas, desde el ejecutivo melidense explican, de acuerdo con el criterio técnico de Sanidade, que «a zona de baño é unha área con correntes moi lentas que fan que sexa moito máis favorable á hora de acumular lodos ou outro tipo de substancias que de non ser o caso discorrerían con normalidade polo leito do río evitando a sobrecarga de residuos que poidan danar a calidade da auga». También apuntan que «Sanidade e outros departamentos da Xunta teñen xa recompilada información suficiente sobre todas as construcións que se encontran preto da zona de baño do río Furelos así como outras actividades próximas que non se atopan no concello de Melide e que si afectan á conca do río». La playa fluvial define el límite con Toques.
Sobre esas hipótesis, la alcaldesa popular apunta que solicitará a la Consellería de Medio Ambiente permiso para una limpieza de los fondos del río en la zona de baño, y más controles para detectar y evitar posibles vertidos al cauce fluvial. Lo que rechaza la regidora de Melide es que la deficiente calidad de la aguas obedezca a problemas de saneamiento, ya que «as augas depuradas vértense río abaixo da zona de baño». Dalia García despacha así las críticas del portavoz municipal del PSdeG, José Antonio Prado, que insiste en que «son múltiples e continuas as verteduras de augas fecais na rúas e nos nosos ríos, sendo concretas e habituais nun afluente da praia fluvial». Prado lamenta que «a praia fluvial sufra unha continua baixada de catalogación da calidade das augas nos últimos anos, tal e como denunciamos no verán do 2016, cando pasou a ter un raquítico suficiente, que, xunto coa desidia municipal, anticipaban o desastre ao que hoxe asistimos».