Melide afronta el ecuador de sus fiestas grandes con buenas expectativas de afluencia

La Voz MELIDE / LA VOZ

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Polémica porque no hubo palco para la exitosa actuación de los grupos locales Os Melidaos y Leirabuxo

17 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Y San Roque, y su perro, volvieron a salir a la calle en Melide. Como los cientos de devotos a las fiestas que lo honran en la localidad, que ayer celebró el día grande y más solemne de los festejos con la procesión de la imagen del santo a hombros de los efectivos de la agrupación local de Protección Civil y marcando el paso de las autoridades locales y de los fieles que lo acompañaron en la eucaristía que se celebró en la iglesia parroquial y de vuelta a la capilla que lleva su nombre en pleno centro urbano. Despedida la feria medieval, que ambientó durante cuatro días las calles del casco viejo melidense, ese es ahora el escenario principal de las fiestas de San Roque, a las que ayer pusieron música la banda de O Rosal, la agrupación tradicional Froito Novo, la Coral Polifónica de la localidad, y, bien entrada la noche, las orquestas Marbella y Bomba amenizaron la verbena.

Fue, en esencia, la primera de los festejos estivales de Melide, donde, lo vivido desde que comenzaron el pasado fin de semana, satisfizo las expectativas de la organización, «satisfeita co volume de visitantes que ata de agora trouxo o cartel de festas, agardando que esta semana siga na mesma dinámica, convidando a todo o mundo a vir a Melide e seguir gozando dos días que quedan».

Por afluencia de público tampoco tuvieron queja los integrantes de Os Melidaos y Leirabuxo. Llenaron el cantón de San Roque de gente y de aplausos como la mejor de las orquestas, pero a diferencia de estas, tuvieron que conformarse con tocar sobre el suelo. No hubo palco, pero sí críticas y polémica por esa desigualdad en el trato. Desde las dos agrupaciones melidenses expresaron públicamente el malestar de sus músicos a través de la red social Facebook. Y el PSdeG se hizo de la polémica. Su portavoz municipal, José Antonio Prado, calificó de «desprezo á musica tradicional galega» lo ocurrido, a lo que «sumouse o escarnio, pois cando actuaban, soaba a poucos metros de distancia a sesión discoteca do evento que lles usurpara o lugar para actuar», añade. El edil cargó contra la alcaldesa Dalia García Couso (PP) -«que amosa moita dilixencia subindo ós escenarios para pregóns políticos», critica en alusión al pronunciado días atrás por la conselleira de Medio Rural- para exigirle «actuar con firmeza na defensa das nosas tradicións».