«Nun taller non hai o mimo que a modista pon en cada prenda»

Natalia Rodríguez Noguerol
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Luisa Pereira reivindica la profesionalidad de un oficio tradicional en extinción

16 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La historia de Luisa Pereiro está unida a su madre más allá del cordón umbilical por el que la alimentó en el vientre. «Non me gustaba nada, pero ela non me quería todo o verán sen facer nada. Era mala estudante», recuerda esta vecina de Melide que encarna el presente y el futuro de un oficio artesanal en extinción. Echa la vista atrás para contar que fue así como dio sus primeras puntadas con 15 años bajo la atenta mirada de Leonor, «unha modista de toda de toda a vida, das que cosen na casa», comenta.

Y la de su primera maestra es la profesión que reivindica Luisa Pereiro, que se presenta como «a túa modista de sempre, á vangarda da moda». «A idea -explica- era que á xente lle chamase a atención, que dixese: unha modista que fai isto; ¡que raro!». Ese fue el impacto que buscó, y consiguió, con su primera colección, que creó para regresar al mercado laboral después de tres años entregada al cuidado de su madre, y de un hijo, que no le impidieron quitar «a espiña que tiña cravada por non ter estudado». En el ocaso de la treintena se formó en secretaría e hizo prácticas en una clínica veterinaria en Santiago. «O meu xefe Luís Novo, e a miña compañeira Iria Fernández xa me dicían que me vían de novo no mundo da monda», cuenta.

No se engañaron. El tiempo entre costuras regresó para quedarse a la vida de Luisa, que con 19 años empezó a rodar sola tras completar su formación como modista con patronaje, corte y confección. Aprendió de la mano de María, «outra modista das de sempre, que aínda está en activo en Melide, onde aínda quedamos algunhas, ao contrario que nos pobos de arredor». De hecho, Luisa tiene clientas de todo el interior de la comunidad. Además de su Melide natal y de toda la comarca, en su propio domicilio, donde trabaja «para poder conciliar», atiende a mujeres de Arzúa, Palas de Rei, Friol, Vilasantar, Boimorto, e incluso de Santiago y de A Coruña.

En un tiempo récord llegó esta modista melidense a tanta clientela. Hace menos de un año que presentó la colección de regreso al oficio, con elegantes y sofisticados vestidos de fiesta y uno de novia, una especialidad en la que Luisa Pereiro acumula la experiencia que le dio trabajar durante nueve años para una tienda del ramo. La dio a conocer vía Facebook -«non tiña outro medio»- y a partir de ahí «empezáronme a chamar para facer vestidos para Fin de Ano». Los primeros meses de este año «dediqueime a dar presupostos e logo viñeron os encargos», cuenta.

El resultado de algunos puede verse en la exposición que estos días recibe en la Casa de la Cultura de Melide. Todos ellos definen el oficio que pone en valor Luisa Pereiro con un cuidadoso trabajo artesanal. «Unha modista, modista, detesta traballar nun taller; acabaría odiándoo», afirma. Tiene claro, «con todos os respectos», que en la producción en cadena «non hai o mimo que a modista lle pon a cada prenda», dice una mujer que guarda como oro en paño el traje de novia que confeccionó en miniatura cuando era aprendiz. «A roupa feita por unha modista non a vas atopar igual, e, ademais, con tela de moi boa calidade, a prezo alcanzable», defiende la profesional, que trabaja a medida para mujeres reales. «Os maniquís de agora non teñen nada que ver coas mulleres que hai, que, sen razón, estamos cheas de complexos polo que nos meten polos ollos», concluye.

Referentes. Luisa Pereiro es devota de Chanel. El visionado de desfiles de la firma de alta costura le llegan a consumir horas de trabajo. También tiene predilección por Carolina Herrera, Armani y Verino.

Identidad. El diseño y confección de trajes de fiesta centran su trabajo.