Una granizada arrasa cosechas enteras para el ganado en Santiso

Natalia Rodríguez Noguerol
natalia noguerol MELIDE / LA VOZ

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Piedras de hielo «como se foran pelotas» arrasaron durante una hora las cosechas de los agricultores de Novela y Liñares.
Piedras de hielo «como se foran pelotas» arrasaron durante una hora las cosechas de los agricultores de Novela y Liñares. álvaro ballesteros< / span>

Causó cuantiosas pérdidas en dos parroquias limítrofes con Melide

29 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Los vecinos de Novela y Liñares contaban con pasar estos días recogiendo la hierba seca. En el campo, es la faena que toca en esta época del año. Pero no puede ser. El tiempo no acompaña como debería y los prados en esas dos parroquias de Santiso quedaron totalmente arrasados por el granizo y la lluvia que cayeron esta semana. Pasada la tormenta, llega la calma y con ella, la hora de hacer balance de las pérdidas. No son pocas.

«A herba seca dáse por perdida; está aplastada e cortada e así non a dá collido a segadora», explica Imerio Vázquez. Su mujer, María Agra, es socia de una SAT láctea con doscientas cabezas de ganado en la que no solo perdieron todo ese pasto como alimento para los animales. Tuvieron que volver a sementar 15 hectáreas de maíz en un intento por recuperar la plantación que habían cosechado solo un mes antes y que se llevó por delante un episodio meteorológico como el que nadie recuerda «porque foi moitísimo tempo», apunta, a sus 75 años, Paco, otro vecino afectado. Fue cerca de una hora con piedras de hielo cayendo del cielo que «botaban como se foran pelotas», recuerda Imerio.

Las pérdidas en la explotación de la que es socia su mujer se estiman en 30.000 euros. A lo perdido, hay que sumar lo gastado a mayores porque solo en las fincas de maíz, que también se utiliza para alimentar el ganado, «houbo que volver pagar a semente, os traballos para botala e o abono», apunta. Y no las tienen todas consigo para recuperar el grueso de la cosecha. «A ver como vén porque agora temos que retrasar a recollida a novembro e as xeadas aínda o machucan máis», explica Imerio, que también se quedó sin la plantación de maíz que tienen para uso doméstico. En Novela, hay unos veinte vecinos y, aunque unos más y otros menos, «todos sufriron danos», asevera Beatriz Sánchez, que tuvo que volver a plantar su huerto de pimientos, lechugas y repollos. Las patatas no merece la pena; ya toca recogerlas en agosto y se verá lo que queda porque, cuenta Beatriz, «o que é de hortalizas machucouno todo», al igual que la fruta de temporada.

De los desperfectos en establos y viviendas apenas hablan los afectados porque, aunque son cuantiosos, son un mal menor al lado de las pérdidas en las cosechas para el ganado. Jorge Cabanas y María José Sánchez se quedaron sin cinco hectáreas de hierba seca y a ver lo que pasa con 150 rulos de silos de hierba a los que hubo que cambiarles los plásticos. «Ao entrar auga e aire, pódese romper a fermentación do silo», explica él.