El nuevo bono social deja sin rebaja eléctrica a más de 14.300 hogares

Margarita Mosteiro Miguel
marga mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

FRADES

PACO RODRÍGUEZ

Apenas tres de cada diez beneficiarios en Santiago y su área conservarán el descuento

14 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La modificación introducida a principios de año en el modelo de descuentos que se aplica en la factura eléctrica se incorporó con la intención de adaptar esas rebajas a las familias con menos recursos. El cambio implicó que las bonificaciones dejaron de favorecer a todos los que tenían contratada la potencia mínima para beneficiar a aquellos hogares con recursos más limitados. El bono se hizo así más justo socialmente, pero también ha supuesto la retirada de la lista de beneficiarios de miles de familias que superan el umbral exigido de ingresos mínimos.

En Santiago y su área la criba ha sido enorme. Antes de los cambios había 20.008 beneficiarios de descuentos en la factura eléctrica. Tras la depuración que implica el nuevo sistema, solo 5.656 hogares seguirán pagando menos por la luz al aplicárseles descuentos especiales. Son más de 14.350 familias las que notarán en el próximo recibo la bonificación que han perdido, un ajuste que coincide, además, con los meses más fríos y oscuros del año. A los beneficiarios del modelo anterior, incluso a los que no cumplen las nuevas condiciones, se les mantuvo la rebaja hasta octubre pasado, durante el período habilitado para realizar los trámites y mientras no se cerraba este proceso. Pero es ahora cuando pierden los descuentos. Aún así, aquellos que no hayan realizado la solicitud y crean tener derecho al bono social podrán presentar la documentación y comenzar a percibir los descuentos si la resolución es favorable.

En los 25 municipios del área de Santiago, solo el 28 % de los antiguos beneficiarios del bono social conservan esas ventajas. Los recortes más llamativos se localizan en Tordoia y Frades, donde apenas el 14 % de los hogares seguirán disfrutando de descuentos.

En el caso concreto de Santiago, más de siete mil hogares tenían descuentos en la luz, pero solo los conservarán un 25 % de esas familias. En esa caída de beneficiarios del bono social en Compostela fue determinante el elevado número de pisos en alquiler (muchos con inquilinos estudiantes) que tenían el ahorro fijado por tener contratada la potencia mínima. En los inmuebles en los que no se cambió el nombre del titular del contrato con la compañía eléctrica se tuvieron en cuenta los ingresos económicos de los propietarios del piso, que lo habitual es que superen con creces la renta establecida para renovar el bono social. En Naturgy insistieron al respecto en que el cambio del titular del contrato es un trámite sencillo, sin coste económico y que permitiría a los inquilinos beneficiarse de los descuentos.

El antiguo bono social llegaba a todos los clientes que tenían contratada una potencia de 2,3 kilovatios, independientemente de sus recursos económicos. Además, tampoco se valoraba si la vivienda era la residencia habitual del beneficiario. Pero ahora se establece como baremo fundamental para conceder ese bono los ingresos de la unidad familiar. Así, los recursos económicos de las familias sin menores a cargo no podrán superar 1,5 veces el Iprem, es decir, 537,84 euros mensuales. Si hay un menor, el límite es de 2 veces el Iprem; y si son dos o más, de 2,5. También se benefician del bono social eléctrico las familias numerosas y los pensionistas y jubilados, que tienen que cumplir, además, los requisitos económicos. Para solicitar tanto la renovación del bono como nuevas altas, el demandante debe entregar una fe de vida y un certificado de empadronamiento en la vivienda para la que se pide esa ayuda. En el caso de los pisos de alquiler, los contratos deberán ponerse a nombre del inquilino, y presentar igualmente toda la documentación mencionada.

El plazo fijado para la renovación del bono social expiró el pasado mes de octubre, aunque aún podría pedirse.