Un guardia civil retiene a un conductor ebrio en una gasolinera de Oroso

Emma araújo SANTIAGO / LA VOZ

FRADES

SANDRA ALONSO

El retenido, que es vecino de Frades, se enfrentó al agente, que no estaba de servicio

10 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Un guardia civil adscrito a la Comandancia de A Coruña, y que en ese momento se encontraba fuera de servicio, impidió hace unos días que un vecino de Frades de 37 años de edad continuase viajando en su automóvil con síntomas de embriaguez.

El incidente se produjo en la tarde del jueves, cuando el conductor entró con excesiva velocidad en la gasolinera de Deixebre, en el kilómetro 44 de la carretera N-550, y tras orinar cerca de los surtidores quiso reanudar la marcha. El agente, que viajaba con su hijo y que estaba repostando su vehículo, se percató del estado del conductor, por lo que intentó convencerle de que no reanudase la marcha.

Según la información confirmada por la Guardia Civil y por el propio personal de la gasolinera de Deixebre, el ocupante del automóvil intentó resistirse, a pesar de que el agente se identificó. Pero empleados de la gasolinera y el hijo del guardia colaboraron para retener al vecino de Frades, que acabó esposado.

El agente, al arrebatarle las llaves del automóvil, encontró un envoltorio de plástico con una sustancia blanca que le hizo sospechar que podría tratarse de cocaína. Tras solicitar refuerzos, que llegaron procedentes del cuartel de la Guardia Civil de Santiago, se confirmó que vecinos de Ponte Carreira, en Frades, ya habían alertado sobre el comportamiento peligroso de este conductor, que circulaba con un Audi rojo que quedó inmovilizado durante horas en la gasolinera de Deixebre.

Una vez retenido y esposado, al lugar acudieron agentes del destacamento de Tráfico, también de Santiago, para realizarle los respectivos test de consumo de alcohol y estupefacientes. En la primera de las pruebas dio una tasa positiva de alcohol de 0,89 miligramos por litro expirado de aire. En la segunda comprobación, media hora más tarde, bajó a 0,79 miligramos, superando así la tasa máxima permitida por ley, que es de 0,25.

En cuanto al análisis de cocaína, el resultado también fue positivo. Ante estos hechos, la Guardia Civil presentó una denuncia por tenencia de una sustancia estupefaciente que será remitida a la Subdelegación del Gobierno, mientras que el material incautado fue entregado en el laboratorio de Sanidad para su análisis.

El investigado, que permaneció varias horas en la gasolinera, finalmente no fue detenido. Personas de su entorno se acercaron hasta el lugar para acompañarlo y posteriormente recoger el vehículo de ese lugar.

El investigado, que le resultó conocido al personal de la gasolinera por haber estacionado allí en algunas ocasiones, se enfrenta a una posible pena de prisión de entre tres y seis meses o bien a una multa o a trabajos en beneficio de la comunidad. Y dado que el test de consumo de cocaína fue positivo, la sanción administrativa implica una multa económica de mil euros y seis puntos de retirada de carné.

El conductor también verá retirado el permiso de conducción de automóviles y ciclomotores por un período mínimo de un año y un máximo de cuatro.

Tras los incidentes, la Guardia Civil destacó que la rápida intervención del agente, que trabaja en labores burocráticas, unido a la posterior actuación de los demás guardias civiles, «se pudo atajar una conducta que ponía en grave riesgo la seguridad de todos los usuarios de la vía».