El Concello cree que los pudo tirar algún propietario descontento, pero se repondrán en su ubicación, ya que están georreferenciados
16 may 2023 . Actualizado a las 19:45 h.La concentración parcelaria de Dodro-Laíño II se encuentra en su fase final tras dos décadas de trabajos, con el marcado de las fincas resultantes del proceso. Tramitaciones complejas que no siempre satisfacen a todos los propietarios, y ese descontento de algún propietario es una de las explicaciones que se dan desde el Concello de Dodro a la aparición de al menos cuatro marcos que delimitan las nuevas fincas resultantes de la concentración en el río de Susavila, que acaba vertiendo sus aguas al Ulla.
Estaban en el lecho del río, cerca del puente de Susavila, y fuentes municipales indicaron que se trasladó ya el hallazgo a la empresa que acomete esas últimas labores de la concentración parcelaria, para que vuelva a reponerlos en su ubicación. Será fácil, porque están georreferenciados; y es que la tecnología es hoy un elemento que se ha incorporado a las tradicionales guerras de marcos. El Concello recuerda que la acción, sea fruto del descontento de algún propietario o de una gamberrada, se trata de un delito. Y añade: «Estamos a facernos dano uns aos outros». Y casi parafraseando al conserje de la serie televisiva que siempre pedía «Un poquito de por favor», desde el Concello de Dodro reclaman «un pouquiño de civismo, por favor». Advierten además de que los marcos se repondrán a su ubicación original las veces que sea necesario: la reestructuración parcelaria se realizó y no va a cambiar, por más marcos que acaben en el río, aseguran.
La parcelaria de Dodro-Laíño II afectó a 454 hectáreas, con 1.019 propietarios implicados. Las fincas pasaron de 8.973 a 1.378, bajando de los 8,81 predios por propietario a 1,35, en las parroquias de Santa María de Dodro y San Xoán de Laíño, confirmaron desde el gobierno municipal.