Una tormenta lo dejó sin este servicio y causó otras averías en electrodomésticos de su vivienda el 18 de diciembre pasado
17 ene 2020 . Actualizado a las 05:05 h.Un mes sin línea de teléfono. Así está el vecino del núcleo de Bexo, en Dodro, José Bautista Mariño Mariño, de 77 años, después de que una tormenta registrada en la zona el 18 de diciembre le dejara sin línea de teléfono, le dañara el aparato, un televisor y la caldera de la calefacción. Según cuenta, a unos 300 metros de su vivienda cayó un rayo que afectó, además, a un inmueble, y dejó a los vecinos sin línea de teléfono e Internet.
Un mes después, José Bautista Mariño sigue esperando a que reparen la línea, una vez que él ya adquirió un terminal nuevo. «Teño que esperar; non me queda máis remedio», aseguró el vecino, quien ayer fue a la oficina de Padrón de la empresa con la que tiene contratado el servicio (Movistar) para interesarse por el tema.
Mientras no lo hacen, usa el teléfono móvil aunque, reconoce, que «eu estou máis acostumado ao fixo; o móbil úsoo pouco, so cando vou de viaxe». No obstante, estos días no se separa de él, al carecer de línea fija. «É o meu amigo», dice con una sonrisa el vecino de Bexo, al que le consta que hay alguna casa más con problemas de acceso a Internet.
«Quero que arranxen a liña, polo que a ver se veñen dunha vez», aseguró el afectado, al que ayer, según añade, le dijeron en la oficina que están reparando las averías. También ya les comunicó que espera no tener que abonar la factura, en alusión al mes que se cumple mañana desde que no tiene línea de teléfono y, más bien, espera que sea al contrario, que la empresa lo indemnice por estar sin servicio tanto tiempo, algo que él se toma con resignación aunque, en los tiempos actuales, no acaba de encajar que reponer una línea requiera de tanto tiempo. Quien si la recuperó fue el vecino de A Calle, en Urdilde, en el municipio de Rois, que llevaba sin servicio desde el 21 de diciembre. Manuel Neo confirmó ayer que, desde el martes, dispone de teléfono fijo. En su caso, además, también se quedó sin acceso a Internet con lo que no pudo realizar gestiones diarias de la explotación ganadera familiar.