Una empresa de Mazaricos reabrirá el matadero industrial de Dodro

Uxía López Rodríguez
uxía lópez DODRO / LA VOZ

DODRO

MERCE ARES

El Grupo González, que adquirió la firma Campiñas de Laíño, prodría crear cien empleos

12 dic 2019 . Actualizado a las 08:34 h.

Las viejas y destartaladas instalaciones del matadero industrial de Dodro tendrán una nueva vida tras pasar a ser propiedad del Grupo González de Mazaricos. El gerente, Manuel González, confirmó que la empresa adquirió este año la firma Campiñas de Laíño que, junto a otras dos del grupo familiar, entró en su día en concurso de acreedores. La idea del comprador es empezar las obras de remodelación lo antes posible para que, en un plazo aproximado de dos años, las instalaciones de Imo vuelvan a estar en marcha, desde el matadero industrial a la sala de despiece y fábrica de embutidos y salazón, entre otros usos.

El Grupo González, dedicado a la producción y distribución de productos de primera calidad, tanto carnes como pescados y mariscos, y que también gestiona el matadero comarcal del Barbanza, situado en el municipio de Ribeira, ya tomó posesión de las instalaciones de Dodro que, según explica el gerente, «son moi grandes e están moi abandonadas. Alí hai moito que facer; hai que reestruturar todo e iso leva un tempo porque está todo moi abandonado», añade Manuel González.

El responsable del grupo de Mazaricos cuenta que la ubicación de las dependencias industriales de Dodro «está en moi bo sitio; ten unha situación privilexiada», a un paso de los municipios del Barbanza por la carretera AC-305 pero también de los accesos a la autovía e incluso a la vía N-550 y a la autopista AP-9.

«Era unha pena que as instalacións quedaran como están», dice el comprador

«Era unha pena que todo aquilo quedara como está, para os paxaros», señala el gerente del Grupo González, en alusión a la inactividad desde hace años de las instalaciones en las que operaban Refojo y González, Campiñas de Laíño e Hipescar, las tres empresas de un grupo familiar que en 2012 estaban en concurso de acreedores. En cuanto a la inversión, Manuel González asegura que está en estudio pero, a la vista de como está todo, no será poca. Hay una primera estimación de creación de empleo, que podría rondar los 100 puestos una vez que las instalaciones estén a pleno rendimiento, en un plazo no inferior a dos años. Aunque en principio se hablaba de 50, González explica que esa cifra «xa non chega de entrada».

La adquisición de la empresa y su futura actividad es una gran noticia para Dodro y para la comarca, por poner en uso unas dependencias abandonadas y por la creación de empleo que conlleva.