El entrenador canino de Dodro resalta que esta casta está «integrada en Galicia e ten moitos seguidores»
11 oct 2017 . Actualizado a las 09:55 h.Galicia ostenta, por primera vez, la presidencia del Club Rottweiler de España (CRE) que, desde su fundación en 1981, siempre estuvo en Cataluña y Castellón. El nuevo presidente, que ejercerá el cargo durante seis años, es un gran aficionado, o más bien apasionado, de esta raza. Xabier Castro Tourís, vecino de Lestrobe, en Dodro, es criador y entrenador de perros rottweiler desde hace casi 30 años. Junto con él, en la junta directiva están otros dos socios gallegos: el secretario José Manuel Loureiro López, de Pontecesures, y el tesorero José A. Abal Arosa, de Meis.
Xabier Castro, de 53 años, tiene en su casa de Lestrobe un campo de trabajo para esta raza en el que criadores y aficionados se reúnen, bajo su supervisión, para conocerlos mejor, educarlos y entrenarlos. En su caso se trata de una afición, ya que él es coordinador de operaciones de Aena en Lavacolla desde hace 30 años.
Como nuevo presidente del Club Rottweiler de España tiene un objetivo nada desdeñable: «Lavar a mala imaxe que ten esta raza e tratar de achegala á xente», a través de la organización de concursos morfológicos.
Para este vecino de Dodro, que también es edil socialista de su concello, ya es hora de sacudir la «mala fama» que tienen los rottweiler y más en una comunidad, Galicia, en la que «a raza está integrada. Hai moitos cans, hai criadores de calidade e é unha das zonas de España que máis participa nos concursos e exposicións», afirma. Y como buen ejemplo de que esta raza canina puede ser un «animal de compañía» pone su caso. Tiene tres ejemplares, que comparten espacio vital con su familia, porque Xabier Castro es un firme defensor de que estos perros, al igual que otros, «están mellor coa xente que solos». En este sentido asegura, rotundo, que «son excelentes animais de compañía, familiares, ladran pouco e son bos gardiáns». Quizás por ello, el que tiene un rottweiler, repite, señala.
Castro, que está realizando un exhaustivo trabajo sobre el origen de estos perros, es consciente de que «é moi difícil» sacudir esa mala fama que arrastra esta raza con una ley que los catalogó como extremadamente peligrosos y que, en su opinión, fue una norma hecha «a toda presa e a golpe de sucesos». «Esa lei é esaxerada», asegura. Castro explica que se aprobó a raíz de que se disparasen el número de incidentes en un momento en el que hubo un descontrol en su cría, a finales de la década de los año 90, con un alto número de cachorros pese a que, incide, «non todos os rottweiler poden reproducirse; hai que facer un control en base as súas condicións de saúde e de carácter», entre otras. Y en ello está parte del trabajo del club que preside.
«É un can moito máis sociable do que a xente pensa» si bien es cierto, añade el presidente del CRE, que necesita «certo coidado e educación». Como todos.