La pregonera Lydia Angueira ensalza las grandezas de Padrón

DODRO

Merce Ares

La empresaria de la Pulpería Rial habla de la villa como «un sitio marabilloso para residir»

16 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Había ganas de Pascua. Miles de personas pasan estos días por Padrón para disfrutar de las fiestas grandes de la villa, este año engrandecidas por la excelente climatología. Ejemplo de ello fue el Viernes Santo, cuando «non se andaba por Padrón», tal y como decía un visitante en alusión a la afluencia de público que había por la tarde. Lo saben bien los locales de hostelería de la villa, las pulperías del Campo del Souto e, incluso, las atracciones. Porque entre ellos los hay que tienen colas para sentarse a comer, para tomar algo o para dar una vuelta.

De la cita festiva habló ayer la pregonera de esta edición, la empresaria Lydia Angueira, de la Pulpería Rial, quien recordó que, «de entre todas as grandezas que ten Padrón, ademais de ser unha vila aberta e acolledora -seino por experiencia-, unha delas é ter unha festa única: a Pascua». Una cita que, según proclamó, «celebra a vida» y «une» a las personas.

Lydia Angueira agradeció al Concello la oportunidad que le dio de hablar en público, a «unha muller máis, das que traballan en Padrón, das que están orgullosas de Padrón e das que queren o mellor para o futuro de Padrón».

La pregonera, natural del lugar de Manselle, en el municipio vecino de Dodro, rememoró sus primeros recuerdos de la capital del Sar, vinculados a su padre, Angelito o Costa, así como cuando se vino a vivir «un tempo» a Padrón, a la casa de su hermana Pura. «Vin vivir e traballar, pero tamén tiven tempo para xogar naqueles anos no equipo feminino do Flavia». También explicó como ella y su familia encontraron en Padrón «unha oportunidade; o noso traballo e o noso futuro».

Orgullosa de ser de Padrón y de llevar su nombre allá a donde va, sin renunciar a su lugar natal, Lydia Angueira hizo notar a todos que «a vila ten unhas posibilidades extraordinarias», así como que «vivir en Padrón é toda unha regalía, pero tamén unha responsabilidade porque, entre todos, temos que manter en pé a historia da vila, temos que estar á altura da grandeza do noso pasado e encarar con decisión e con confianza o futuro». La pregonera ensalzó la riqueza de la villa y de todo el municipio, desde su condición jacobea, cultural y literaria hasta la gastronómica, que ella conoce tan bien después de 34 años atendiendo la Pulpería Rial y defendiendo los productos autóctonos, como los pimientos de Herbón.

La empresaria también defendió Padrón como «un sitio marabilloso para vivir». No se olvidó de su condición de mujer, la primera que lee el pregón de la Pascua en once años. Tampoco de su familia, marido, hijos y nietos, y de aquellos que ya no están, como sus padres y algún hermano.

Por lo demás, Padrón llega hoy al día grande de las fiestas, con el domingo de Pascua, en el que hay una cita ineludible: la feria y los concursos de caballos en el Campo da Barca.