El trabajo soñado por cualquier amante de los animales espera por él en Brión
BRIÓN
Rafael y María, con un centro con residencia canina en la aldea de Bastavaliños, buscan relevo por jubilación
11 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.¿Se imaginan en una residencia canina, rodeados de mascotas y con una cuadra y pista para caballos listas para nuevos proyectos? Es el trabajo soñado para cualquier amante de los animales con iniciativa empresarial y espera por él en Brincan. Rafael Ávila y María Mancebo, propietarios de estas instalaciones de la aldea de Bastavaliños (Brión), buscan un relevo por jubilación.
«Rafa ya tiene 69 años y está cansado. Y yo trabajo en la Universidade de Santiago, echo una mano en todo lo que puedo, pero tampoco puedo estar a tiempo completo aquí», explica ella. «Es una pena que se desaprovechen estas instalaciones, que están en perfecto estado y tienen un buen rendimiento, un equipo de profesionales que funciona muy bien y una cartera de clientes propia. Solo hace falta que venga una persona más joven a la que le gusten los animales y el campo, eso es fundamental, tenga visión de futuro y energía para ponerse al frente del negocio. Yo animo a que vengan a ver esto, porque aparte de los servicios que ya ofrecemos ahora, tiene muchas posibilidades. En su día, cuando creamos esto hace 6 o 7 años pensando en nuestra hija Marina, que es veterinaria, adiestradora y especializada en asistencia asistida con animales, se realizaban aquí terapias con caballos para niños con autismo, por ejemplo. Ella se fue a Madrid y haría falta ahora gente preparada, que no hay mucha, para volver a poner marcha estas intervenciones o cualquier otro proyecto relacionado con las cuadras, ahora vacías», añade.
Aunque ya han aparecido candidatos, no se cerró aún nada. «En general, a la gente le da miedo la parte del dinero. Hay una hipoteca que hay que pagar, evidentemente, y hay que gestionar un centro que andará por los 5.000 metros cuadrados, pero, si te gusta esto, tienes un mínimo de conocimientos sobre gestión y ganas de emprender, es un trabajo muy bonito», sostiene la pareja, afincada en Brión.
«Además, las personas que están aquí trabajando llevan ya muchos años. Tenemos una veterinaria, que viene una o dos veces por semana, un peluquero canino, se hacen adiestramientos o educación canina, incluso hay pista de agility. Los dos trabajadores que se encargan de la residencia tienen adoración por los perros y los perros por ellos. Aquí las mascotas están como en casa y, al ver los propietarios lo bien cuidados que están y que vienen felices, repiten. Vienen de Brión, de Santiago, de Ames... Al haber también guardería de día, se da servicio a toda esa gente que tiene que venir a esta zona por motivos laborales desde Boiro, A Estrada... dejan aquí a sus perros para que no pasen todo el día solos, que socialicen con otros animales y jueguen en el patio de recreo... Y, cuando acaban de trabajar, vienen a recogerlos».
La residencia canina de Brincan dispone de una veintena de plazas, con y sin patio, además de gateras. «Incluso tenemos una pareja de franceses que cuando se van a ver a la familia dejan aquí a su conejo, con todos sus juguetes. Se van tranquilos porque saben que aquí va a estar bien cuidado y no tienen que andar pidiendo favores a nadie», comenta María, dispuesta a pasar el testigo a una nueva gerencia.