«Os maiores tiñan moita necesidade destes reencontros, pero falta o baile»

Emma araújo SANTIAGO / LA VOZ

BRIÓN

CATUXA PRIETO

Las actividades para la tercera edad de Brión dan vida al centro polivalente

27 jul 2021 . Actualizado a las 00:10 h.

El colectivo de la tercera edad fue el que más riesgo corrió por la pandemia hasta que la vacunación generalizada les permitió acercarse a una normalidad que en concellos como Brión pasaba por participar en la variada oferta de actividades para mayores de 60 años.

Tras más de un año de parón, el área de Servizos Sociais organizó unas jornadas gratuitas durante todos los jueves de este mes para que el centenar de personas que estaban anotadas en los planes de envejecimiento activo pudiesen recordar lo bien que se lo pasaban y lo mejor que les sentaba la convivencia.

Rosa Romero, edila de Servizos Sociais, evidenció que «os maiores tiñan moita necesidade destes reencontros, e vendo que a pandemia evolucionaba ben para eles apostamos por facer actividades en grupos máis pequenos». Y así surgieron las convocatorias semanales en turnos de veinte durante dos horas. La primera sesión fue para los talleres de la memoria, también hicieron camisetas y se fueron de excursión. «Viuse xa o primeiro día. Chegaron con moita alegría e que xa marcharon cunha actitude distinta. E a partir de aí, houbo unha evolución moi positiva», destaca Romero.

El programa del pasado jueves fue de repostería. Lo impartió Pablo Becerra, de la empresa Obradoiro de Pablo. Es un cocinero muy conocido en Brión porque durante once años trabajó en la cafetería del mismo centro polivalente e impartió cursos a la asociación de mujeres del municipio. Por eso conocía a unas cuantas alumnas de su taller, a las que encontró muy animadas y con ganas de experimentar.

«Hoxe imos facer como digo eu», replica a una de ellas, que quiere hacer el relleno del pastel a su manera mientras otra participante le pregunta por alguno de los ingredientes de la tarta de frutas. No importa tanto el resultado como disfrutar del proceso y socializar. No hay problema, salvo quizás para Rogelio Rivas, vecino de Os Ánxeles recién jubilado para quien el taller de repostería es su segunda incursión en el programa. «Gústame moito cociñar», responde con timidez mientras confirma que, al igual que el resto de participantes, está esperando que lleguen las sesiones de baile, una actividad quincenal que siempre fue la oferta estrella del plan brionés de envejecimiento activo.

Con una amplia separación entre mesas, Aurora Lamas, de Bastavales, confirma que lo está pasando «de marabilla». «Estamos a recuperar o tempo perdido, a pena é que xa remata», afirma mientras le chispea la mirada cuando se le pregunta por el baile. «Canta ganiñas temos de bailar!», exclama con el gesto acompañado de la duda de que esto pueda ser posible en un plazo próximo. Cerca de ella se encuentra Rosa Romero, que lo supervisa todo. «Esto vai ben pero falta o baile», se lamenta a la vez que recuerda que para que pueda regresar esta traca final debe transcurrir un tiempo que nadie se atreve a calcular.

Adelina Lamas, también de Bastavales, es otra veterana de las actividades de Brión, a las que regresó encantada. «Faltábanos ese algo de vir todos os días». Y eso que ella y el resto de participantes reconocen que la pandemia en el rural se vivió de otra manera, «pero isto botábase moito de menos», añade.