La Feira Labrega llenó el nuevo centro colaborativo de Brión

e. a. r. SANTIAGO / LA VOZ

BRIÓN

PACO RODRÍGUEZ

Comida, artesanía y actos culturales llenaron Monte Balado

15 dic 2019 . Actualizado a las 05:05 h.

La Feira Labrega de Brión cambió la carballeira de Santa Minia por las instalaciones de Monte Balado, que el viernes estrenaron el centro colaborativo para iniciativas emprendedoras del rural. Cientos de personas se acercaron de forma intermitente durante el día para conocer el nuevo espacio, diseñado para la elaborar productos tradicionales de forma artesanal para su comercialización con total garantía.

La feria ocupó dos plantas del antiguo centro comercial, con abundancia de puestos de artesanía y gastronomía, lo que provocó que parte de las visitas aprovechasen el día para las primeras compras navideñas. También para inspirarse con alguna receta tradicional, adquiriendo productos elaborados o ingredientes de producciones locales para elaborar sus menús navideños.

En la feria hubo 21 puestos en los que estuvieron a la venta desde empanadas de Noia a roscas de Ames, mermelada de pimientos de Herbón y frutas de Brión. También objetos de madera y juegos tradicionales.

El programa incluyó charlas de alimentación responsable, catas de fruta, un taller de elaboración de conservas y una degustación de cocina con hortalizas al natural y envasadas.

Hubo tiempo para el ocio en forma de sesiones de cuentacuentos y actuaciones musicales, como cantares de ciego a cargo de Francisco Romualdo, las pandereteiras de Brión y el alumnado de la Escola de Música Magariños, además de talleres de batucada y arqueología.

La Feira Labrega fue organizada por el Concello de Brión y el colectivo Daquí Darredor, que informó a la personas interesadas en conocer el funcionamiento de las instalaciones del centro de Monte Balado.

En la actualidad hay medio centenar de personas participando en talleres para la elaboración de productos a partir de cultivos de cercanía y temporada. «Falamos de poñer en valor os nosos alimentos e darnos conta de que podemos consumilos a diario o u mesmo vendelos, porque son un produto de calidade, e agora dispoñemos dunhas instalacións perfectamente equipadas», resaltó Carme Freire, promotora de Daquí Darredor.