El reclamo festivo de Santa Minia nunca defrauda

Emma araújo SANTIAGO / AGENCIA

BRIÓN

SANDRA ALONSO

La cola para besar la urna de la reliquia convivió con la espera para disfrutar del pulpo y el churrasco

28 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La romería de Santa Minia es para miles de personas la mejor manera de dar la bienvenida al otoño. Prueba de ello fue la masiva afluencia de devotos durante todo el día de ayer para participar en las misas oficiadas cerca de la capilla, en donde las largas colas para rezarle a la santa, besar su urna y pasarle el pañuelo, se mantuvieron durante toda la jornada, sobre todo cada vez que terminaba una de las misas.

El fervor que los creyentes que llegan a Brión tienen en la capacidad curativa de la santa lo evidencia la gran cantidad de velas encendidas y las innumerables piezas de cera de distintas partes del cuerpo que las personas con alguna dolencia dejan en el templo.

Pero la romería de Santa Minia no se sustenta solo con la fe, ya que los visitantes aprovechan el día para disfrutar de una oferta gastronómica en la que priman los platos típicos como pulpo á feira, churrasco, carne ao caldeiro, café de pota y rosquillas de todo tipo. La novedad de este año fue un pequeño puesto que despachaba a velocidad de vértigo bocadillos de jamón ibérico con pan con tomate. La ubicación estratégica, en la misma entrada de la carballeira, provocó que los visitantes de mayor apetito eligiesen este puesto para abrir boca.

Eso sí, cronómetro en mano, para el acceso a la capilla de Santa Minia fueron necesarios veinte minutos de media, mientras que a las dos de la tarde los puestos de pulpo atendían a la clientela en menos de diez minutos.

Tráfico regulado y seguridad

Hasta 150 puestos con productos de todo lo que se puede encontrar en un mercadillo tradicional completaron el abanico de posibilidades para disfrutar del día en Brión. A su vez, la música de orquesta y la ambientación callejera que aportaron las charangas extendieron el ambiente festivo por todo Pedrouzos.

Los aparcamientos más cercanos a la carballeira se llenaron ya desde primera hora, pero los más rezagados no tuvieron problemas para aparcar, ya que el servicio de Protección Civil y personal del Grupo de Emerxcencias Supramunicipais reguló los accesos durante toda la jornadas sin que se produjesen incidentes. Si algo llamó la atención a los visitantes fue el incremento de agentes de la Guardia Civil respecto a convocatorias anteriores.