La fe mueve montañas y en los tres días de fiesta que hubo en Brión más de 45.000 mil personas acudieron a la localidad. En el día grande de la romería, celebrado ayer, en una mañana acudieron 15.000 devotos que tras sus quince minutos de cola, cumplieron con el rito de besar la figura de la santa o pasarle su estampa, para así cumplir el deseo de este año. La salud fue la reina de las peticiones aunque algunos más concretos probaron suerte pidiéndole a la santa que solucionase la crisis en España.
Tiempo de fe y de rosquillas
Para hacer el día redondo, después del tiempo de oración, tocaba comprar las tradicionales rosquillas. A cada pocos metros hasta llegar a la iglesia y en el Campo da Festa, se encontraba ayer un puesto de este dulce famoso en la zona y del que los comerciantes daban a probar para que su sabor embaucase a los visitantes. Y es que la comida también tuvo su lugar: el pulpo y el churrasco acallaron el estómago de los gallegos que después de disfrutar del mercadillo, las rosquillas, las atracciones para los más pequeños y la orquesta, completaron el día con una buena comida, para después volver a casa con la esperanza de que Santa Minia les regale su propio milagro.