



















La fiesta estrenó este domingo la distinción de Interés Turístico Nacional sorteando la lluvia de la borrasca Jana
10 mar 2025 . Actualizado a las 21:30 h.Lestedo es la patria universal de la Filloa. Si en el sistema solar los planetas orbitan alrededor del astro rey, en la parroquia de Boqueixón sus máquinas filloeiras no pararon este domingo de girar desde las 8 de la mañana facilitando en cada rotación la preparación de decenas de soles amarillos hechos a base de harina, huevos, agua y sal. Miles de personas acudieron un año más a su reclamo para degustarlas tal cual (diez filloas por 5 euros), o rellenas: las dulces, por 2 euros la unidad, de nata, chocolate o crema; y las saladas, por 3,5 euros, con chorizo a la plancha; panceta tostada; o las novedades de porco celta en salsa kimchi y cebolla encurtida, o salteado de pollo, mostaza y miel. Un universo de sabores al que se sumaban las filloas á pedra y las sin gluten.
No es de extrañar que no se perdiesen la cita hasta 60 Xenerais y Xeneralas da Ulla (30 a caballo) de Boqueixón y municipios del entorno, participando doce de ellos en los atranques. Tampoco faltaron invitados de excepción, con la imposición del Mandil de Honra a varios de ellos, como los conselleiros Miguel Corgos (Facenda) y Antonio Gómez (Sanidade); el vicepresidente de la Diputación coruñesa, Xosé Regueira; el director de la Axencia de Turismo de Galicia, José Manuel Merelles; y la presidenta de la Federación de Asociaciones de Personas Sordas de Galicia, María Alonso. También a la pregonera, la periodista Isabel Pichel.
Ella abrió y cerró su intervención con un celebrado himno que prometía un letrero en letras de oro en la cima del Pico Sacro para señalar que Lestedo es lo más hermoso del mundo entero: «Eu son Isabeliña que, como Balbino, son unha rapaza de aldea. De Pazos, de Lestedo, do Pico Sacro, de Boqueixón», presumió emocionada de sus orígenes. De una tierra que año tras año mimó la Filloa hasta ver cómo la fiesta de la parroquia pudo estrenar ayer su condición de Interés Turístico Nacional. Por eso José Manuel Canabal agradeció la implicación de las «242 persoas que forman parte da Asociación Cultural da Filloa. Grazas tamén a todas as persoas que nos precederon, os nosos pais e nais, os nosos avós e avoas, que mantiveron viva esta celebración durante 42 anos», así como la de vecinos y empresas patrocinadoras del evento.
La fiesta sorteó la lluvia de la borrasca Jana, y el alcalde Ovidio Rodeiro dio la clave: «Uns ovos a Santa Clara e unhas filloas de Lestedo», dijo, antes de agradecer a vecinos, Xunta y Diputación el apoyo hasta lograr la distinción nacional. Recordó el hermanamiento con la Feira do Cocido, «ese irmán maior que é un espello no que mirarnos», dos productos indisolublemente complementarios. Lo escuchaban lalinenses como el conselleiro Román Rodríguez y el alcalde José Crespo, que hacía votos por la vocación de permanencia de esa unión, que se plasmó en un Cocido da Filloa con 300 comensales en el pabellón de Lestedo.