Cuando el móvil da la vida: Carmen habla «coa filla, que vive en Australia» y Virtudes quiere aprender: «Non sei enviar vídeos, pero sei mandar chourizos a Venezuela»

emma araújo SANTIAGO / LA VOZ

BOQUEIXÓN

PACO RODRÍGUEZ

Mayores de Boqueixón estudian para sacar partido al teléfono inteligente

30 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

En el año 2020 un niño de cuatro años se convirtió en un héroe mundial al salvar a su madre reproduciendo su rutina de envío de mensajes desde su teléfono móvil. Dos años más tarde el valenciano Carlos San Juan, de 78 años, lanzaba la campaña «Soy mayor, no idiota» dirigida a las entidades financieras y que también enviaba un mensaje sobre la percepción que una sociedad cada vez más tecnológica tiene de las personas de avanzada edad y los teléfonos móviles.

Que son mayores y que le dan mil vueltas en muchas sabidurías a los niños más espabilados, boomers, milenials y miembros de la Generación Z queda demostrado con una simple visita a Boqueixón. En su biblioteca municipal de O Forte, la Fundación Amigos de Galicia, con la colaboración del Concello, está impartiendo un curso de alfabetización digital para que las personas mayores del rural le saquen partido a sus móviles, una herramienta que llegó a sus vidas cuando ya estaban de vuelta de casi todo.

El primer día de formación fue el pasado miércoles. Acudieron 17 personas, un número que evidencia el alto interés que despiertan este tipo de actividades. Tras las primeras horas de clase, y siguiendo un manual, ya estaban practicando los primeros contenidos. Y poco antes de que termine su primera clase explican por qué se anotaron y lo que esperan conseguir con esta actividad gratuita.

La encargada de romper el hielo es Virtudes Cacho Caldelas, de Sucira. Se apuntó al curso «para aprender algo, porque sei moi pouquiño e quero poderme defender algo máis», explica. Al preguntarle si un smartphone puede ayudarla, su retranca regala a la clase la mejor de las reflexiones: «Falo cun sobriño ao que lle quero e que está en Venezuela. E non, aínda non sei mandarlle un vídeo, o que si sei é mandarlle chourizos, que os estima moito».

Tras las risas de toda la clase, María del Carmen Dopazo, vecina de Lestedo, toma la palabra para explicar que decidió apuntarse a la actividad para «aprender cousas que non sabía». Y enseguida confirma que la primera clase fue muy productiva porque ella y el resto aprendieron a bloquear llamadas no deseadas, a distinguir un enlace fiable de otro que no lo es, a hacer una captura de pantalla y también a ampliar el tiempo que esta dura encendida. Como ella, la mayoría tampoco sabía cómo enviar su ubicación ni que existía la localización dinámica. «Iso está moi ben, podo ir camiñar e na casa saben por onde vou, porque en Boqueixón hai moitas pistas e como te perdas, ou te caias, non é doado que te atopen». Esta alumna es de las más aventajadas, ya que, en su caso, necesidad obliga: «Teño unha filla que marchou para Australia e agora podo chamala para falar con ela e vela en tempo real, e iso alíviate moito, porque parece que está connosco».

José Manuel Rodríguez, de Gastrar, acude al curso con un móvil «dos de antes» y reconoce que durante años estuvo «moi contento» con su modelo de concha y grandes teclas, aunque mira de reojo un smartphone porque sabe el potencial que tienen los nuevos teléfonos. «Malo será que non aprenda, e así pode que o cambie», afirma con una confianza que confirma que lo va a conseguir sin mucha dificultad.

«O próximo día traede a tarxeta sanitaria», les recuerda Yolanda Otero Sierra, la profesora que imparte el taller del programa Mellor Acompañados, de Amigos de Galicia. Otero es la coordinadora de esta iniciativa, que ya formó desde principios del año pasado a 750 mayores. «É unha profesora marabillosa, explica moi ben e con moita calma», añade Carmen Mella, otra alumna del curso, al que acude «encantada», como el resto.

PACO RODRÍGUEZ

«Aprenden cousas que necesitan e socializan» 

Si en algo coincide el grupo de Boqueixón es que el curso es un éxito gracias a su profesora, Yolanda Otero, que está igual de encantada que ellos. «O resultado sempre é moi positivo. A actividade gústalles moito porque aprenden cousas que necesitan, socializan e fan novas redes de contactos, porque se algo hai que ter en conta é que son xente da mesma zona que en moitos casos vive soa». Lo dice emocionada porque desde que empezó el programa ha visto a muchas personas mayores «chorar porque se senten soas, e nestas actividades recuperan as gañas de facer cousas e ven todas as portas que se lles abren se saben aproveitar o teléfono móbil».

Cuando Yolanda se refiere a sacarle partido al smartphone está hablando de habilidades tan importantes como pedir una cita médica, hacer cualquier trámite sin tener que llamar durante horas por teléfono, acceder a su historial médico sin desplazarse al centro de salud, hacer una videollamada para hablar y ver a su familia y personas cercanas... No solo eso, porque estos cursos abarcan más que el simple uso del móvil, ya que también aprenden a utilizar el cajero de un banco, a manejarse con las máquinas para pedir turnos en cualquier administración y a llamar al 061 con geolocalización.

«Cando veñen son conscientes das súas necesidades, chegan con medo e sabendo que lles pode custar, pero afrontan ese medo e danse de conta de que as cousas que máis precisan son moi sinxelas de facer, o que pasa é que moitas veces ninguén lles dedicou un pouco de tempo para ensinarlles», añade.

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