Elena Ferro Rial: «Escapo da oficina, e ao traballar no sector forestal xa quixen quedar nel»

emma araújo SANTIAGO / LA VOZ

BOQUEIXÓN

Sandra Alonso

La joven forma parte de la brigada de incendios de Boqueixón y conduce una motobomba de 2.300 litros de agua

23 ago 2021 . Actualizado a las 08:27 h.

Hay que cruzar los dedos porque en lo que va de verano, los incendios están dando tregua a muchas comarcas de Galicia y la compostelana es una de ellas. Pero si se tuercen las cosas, las brigadas de extinción están disponibles para actuar allí donde es necesario. Lo sabe muy bien Elena Ferro Rial, vecina de O Pino que sus 26 años de edad se estrena en esta campaña como conductora de un vehículo motobomba en el servicio de extinción de incendios de Boqueixón, que tiene su base de operaciones en la sede de O Forte.

Elena Ferro quiso optar a la plaza de conductora de motobomba porque por sus venas, ella que estudió Administración y Finanzas, corre sangre de transportista del sector forestal, por lo que en su haber ya está desde hace algún tiempo el carné conducir para camiones tráiler. Manejar una motobomba en un servicio de extinción está entre sus preferencias laborales, por lo que se apuntó a las pruebas y consiguió entrar en la brigada, un trabajo en el que abunda la vocación pero en el que apenas hay mujeres, ni como conductora de motobomba, ni como peón forestal, un oficio el que también está cualificada.

Es la única mujer en todo el equipo con base en Boqueixón, una circunstancia que, afirma, no la condiciona ni a ella ni al resto de la brigada. «Noto que teño confianza total», destaca, si bien reconoce haber visto extrañeza en algunas miradas cuando la ven al volante de un camión. A quien no le resultó raro que decidiese enfocar su vida profesional en este campo es a su familia, que le metió el gusanillo de amor por el monte ya desde pequeña. «Dixéronme que para adiante, porque a miña familia xa está afeita aos meus gustos que están un pouco fora do común». «Non me gusta estar nunha oficina, escapo dela, e cando empecei a traballar no sector forestal e sorprendeume bastante e agora quero quedar nel».

De hecho , no le importaría trabajar definitivamente conduciendo una motobomba para combatir incendios, pero no lo ve factible por la dificultad de aprobar la oposición que le abriría las puertas a este mundo. «Para conducir motobombas hai moi poucas prazas, o proceso está moi parado e hai moita xente», explica, además de reconocer que «para ter posibilidades de sacar a praza definitiva tes que ter un pequeno camiño feito, pero eu acabo de comezar».

Su pequeño camino se traduce en un trabajo previo de peón forestal y la plaza temporal en Boqueixón que consiguió para la presente campaña. A la brigada llegó porque la avisaron de la convocatoria, «preparei ben as probas e tiven sorte». En su caso, conduce una motobomba con capacidad para transportar 2.300 litros de agua. No es el vehículo más grande, ya que las que tiene la Xunta tienen una capacidad de 4.200 litros, una mole que ella también podría conducir. Afirma que la parte más complicada de circular con una motobomba como la que tiene asignada es maniobrar cuando solamente transporta media carga, aunque el vehículo disponga de un sistema denominado de rompeolas. «Non é perigoso, pero bandea un pouco», explica. También que «hai que chegar a puntos do monte de difícil acceso, porque hai que ter en conta que vas para apagar un lume cun camión por camiños moitas veces cheos de maleza e buratos». Como conocedora de monte y de la problemática de los incendios, Elena Ferro considera que sería más adecuado adelantar los plazos para la limpieza y también que toda la población tenga algunas nociones básicas para saber lo que hay que hacer y lo que no en caso de incendio.

Además de trabajar conduciendo el vehículo, también tiene que ocuparse de su mantenimiento aprovechando el tiempo en el que no tienen ninguna intervención, ya que su trabajo está organizado en turnos de ocho horas, noches incluidas.