Patrimonio

Cristóbal Ramírez

BOQUEIXÓN

24 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La Dirección Xeral de Patrimonio acaba de lucirse con el nuevo trazado del Camino Inglés entre Sigüeiro y Santiago: el recorrido histórico, incluyendo una iglesia (Augalada) que muestra un peregrino en uno de sus sillares lo ha cambiado por pistas nuevas asfaltadas. Pero agazapada en la sombra de San Caetano, las bofetadas le caen a Turismo, que es quien paga la reseñalización, y de rebote al Xacobeo, que no tiene nada que ver. Una metedura de pata de marca mayor.

Pero, según el Concello de Boqueixón, ajeno al Camino Inglés, la misma dirección xeral los habría dejado a verlas venir con la declaración como Bien de Interés Cultural nada menos que del Pico Sacro.

Y resulta que hace unas semanas nos enteramos de que Boqueixón tramitará de nuevo esa declaración porque la petición del 2004 no obtuvo respuesta. Así que venga a hacer informes. Están en ello.

Porque el asunto en el 2004 era que se intentaba poner ¡un parque eólico en el Pico Sacro! Una peregrina idea de cuál es el concepto de defensa del paisaje que tienen algunos, porque encima no se trataba de una imposición, sino de eso, una idea a la cual el alcalde de entonces, Adolfo Gacio, aplaudía hasta con las orejas: llegó a calificar de «rentabilísimo» el colocar dos aerogeneradores en las cercanías.

Ayer y hoy el Pico Sacro sigue indefenso (al césar lo que es del césar: el exalcalde Ovidio Rodeiro sí luchó por él), el Camino Inglés se desvía para ir por asfalto y tener que sortear coches, y si hay que cargarse un castro para construir un superpuerto (tras una excavación casi clandestina), todos felices. Y sí, en el organigrama de la Xunta consta que tenemos una Dirección Xeral de Patrimonio.