Boqueixón: cuatro alcaldes en cuatro años

Emma Araújo SANTIAGO / LA VOZ

BOQUEIXÓN

XOÁN A. SOLER

Los relevos, iniciados con la imputación de Gacio por la operación Pokémon, no merman la hegemonía del PP

18 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Boqueixón, pese a ser un municipio con tan solo 4.321 habitantes censados según la última estadística del INE, no es un municipio cualquiera. Limítrofe con Santiago y penúltima etapa de la Vía da Prata con el simbolismo del Pico Sacro y la leyenda sobre la llegada del cuerpo del Apóstol, ha sido también trampolín político en el PP, en buena medida gracias a la figura y al peso de Adolfo Gacio, alcalde con holgadas mayorías absolutas desde 1991 hasta que el 20 de septiembre del 2012 fue detenido en el marco de la operación Pokémon.

Su peso dentro del PP, partido por el que fue portavoz en la Diputación y asesor de la Consellería de Sanidade, propició la estocada final, ya que pasó de ser un hombre fuerte de Romay Beccaría en plena cuenta atrás para un nombramiento diplomático en Venezuela a convertirse en el ejemplo viviente de que Núñez Feijoo no quería fotos de ninguno de sus alcaldes de referencia saliendo de los calabozos.

Antes de que Gacio cayese en desgracia en el 2012, Ovidio Rodeiro, que entre 1999 y el 2009 había sido concejal en Boqueixón promocionado por Gacio, dio su primer salto a la Xunta como Director Xeral de Xuventude, cargo al que renunció hace año y medio para regresar a la política local como candidato a la alcaldía.

Esta vuelta dejó relegado a Jesús Sanjuás, alcalde casual que pilotó la gestión del municipio durante tres años ante la ausencia forzosa de Adolfo Gacio. Pese a que su peso político estaba a años de su antecesor y de su sustituto, el PP mantuvo un gobierno con mayoría absoluta sin estridencias ni grandes conflictos, ya que si algo ha caracterizado también a Boqueixón es que su estrecha vinculación con gobiernos amigos en Xunta y Diputación siempre le reportaron más financiación, infraestucturas y ayudas para la contratación de personal que a cualquier municipio de tantos con apenas cinco mil habitantes.

Ovidio Rodeiro revalidó la mayoría absoluta con 1.745 votos que se tradujeron en ocho concejales de once. Cuatro años antes, cuando la palabra Pokémon solamente estaba en los catálogos de juegos infantiles, Gacio había logrado 2.115 papeletas y nueve representantes.

La historia se repite y Rodeiro ha propuesto como relevo en el Concello a su número dos, Manuel Fernández Munín, economista, vecino de Sergude y número dos del Partido Popular de Boqueixón.

El relevo en la alcaldía obedece a la incompatibilidad de cargos tras el nombramiento de Rodeiro como delegado territorial de la Xunta en la provincia de A Coruña. Su renuncia como presidente de la corporación se hará efectiva hoy con toda probabilidad, aunque este trámite dependerá en última instancia del momento en el que tome posesión en San Caetano.

Como número dos del Concello y primer teniente de alcalde, Fernández Munín no disfrutaba de dedicación exclusiva y asumía las competencias delegadas de la alcaldía de Modernización, Transparencia, Ordenación Municipal, Xestión Económica, Administración Xeral, Urbanismo y Obras. Además, es presidente de la Comisión de Contas y miembro de la Xunta de Goberno Local.

Aunque hasta este mandato Fernández Munín, vecino de Sergude, no tenía experiencia política, sí ha asumido diferentes cargos en entidades vecinales de Boqueixón como presidente de una de las asociaciones de padres de alumnos, además de mantener vinculación con clubes deportivos. Economista de formación, el futuro alcalde popular de Boqueixón tiene además una gestoría en Santiago.