Tutor enviaba 3.500 euros a Lugo, pero no sabe si llegaban a Orozco

Miguel Cabana
Miguel Cabana LUGO / LA VOZ

BOQUEIXÓN

Dice que el dinero llegaba «al máximo», pero no aclara quién es

13 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

«Ya me da todo igual». Esa fue la frase con la que José María Tutor se derrumbó al final de su interrogatorio ante la jueza De Lara. Acabó reconociendo que los sobres de 3.500 euros en dinero negro que Vendex enviaba cada mes a Lugo iban destinados «al máximo», a Javier Reguera, su mano derecha, y a Liñares. La jueza le pregunta por la «tercera persona» con la que repartían, en clara referencia al alcalde de Lugo por lo que se desprendía de varias conversaciones grabadas, pero Tutor respondió: «Yo ahí no llego señoría. Yo sé que el dinero les llega a ellos pero no sé como se lo reparten».

José María Tutor, el responsable de Vendex en Galicia, había negado desde el principio de su interrogatorio que hubiese sobres de dinero enviados desde Madrid, hasta que la jueza le mostró los lotes de billetes fotografiados, le advirtió que el alcalde de Boqueixón había reconocido recibir dinero, y que había numerosas conversaciones que le implicaban. Entonces, Tutor no tuvo más remedio que reconocer los envíos de dinero, pero dijo que se los quedaba él. Y lo mismo hizo con un reloj Rolex comprado en Ourense en el 2006 de 5.850 euros: «Me lo quedé yo», aseguró.

Miedo a ir a la cárcel

Pero cuando intervino el fiscal, cerca del final del interrogatorio, le advirtió que por asumir para sí mismo todos los delitos, no tendría más remedio que pedir su ingreso en prisión. Y entonces Tutor recapacitó. Pidió un momento para hablar con su abogado; la jueza incluso le ofreció que hablasen en privado y cuando volvió a la sala para declarar, Tutor ya era otro. Dijo para si mismo: «Toda la vida trabajando ... y ahora», entonces su tono cambió por completo, y cada vez en voz más baja fue reconociendo los sobres de dinero, los relojes y otros regalos y la famosa comida en Madrid. Reconoció que en el 2009 había organizado un almuerzo en el restaurante Zalacaín de Madrid con el presidente de Vendex, Gervasio Rodríguez; Liñares, Javier Reguera y él mismo. La jueza le preguntó si fue ahí donde se pactó la concesión de la ORA en Lugo a cambio de los 3.500 euros al mes, pero Tutor aclaró que en esa comida no se había llegado a tal nivel de detalle, porque había sido la primera toma de contacto.

En cuanto a los numerosos regalos durante todas las navidades a concejales, alcaldes e incluso funcionarios de casi todos los concellos dijo que era su forma habitual de trabajar de la empresa. «Al fin y al cabo, es Navidad», dijo Tutor, detallando que además de los relojes, se enviaban carteras, plumas estilográficas y para las señoras bolsos o pañuelos de marca. También abundaban los vinos, y citó en concreto que el mejor regalo de vinos (el lote A) era una caja de 6 botellas de una marca de Ribera del Duero, que tenían un precio conjunto de 240 euros.

Es de bien nacidos...

«Es de bien nacidos, ser agradecido», dijo Tutor cuando la jueza le preguntó por la habitualidad de los regalos.

-José María Tutor: Normalmente hacíamos regalos a todas las personas con las que teníamos relación. A todos los clientes.

-Jueza Pilar de Lara: ¿Quién elegía a los agraciados?

-Tutor: Entre el delegado de cada provincia y yo.

En otro momento del interrogatorio, cuando se le pregunta por la forma en que obtenían tantos contratos de servicios municipales, Tutor explica que Vendex entregaba un borrador del posible acuerdo a alguien de confianza del ayuntamiento. Luego se hacían las correcciones y apostillas necesarias para que la empresa presentase la propuesta definitiva ajustada exactamente a lo que se pedía. Es decir, viene a reconocer que Vendex preparaba los concursos a su medida.