Los nubarrones amenazaron lluvia sobre el Festival de la Luz, que tuvo como cabeza de cartel a los madrileños de Burning, aunque de despertar las ganas de rock nostálgico se encargó ya a media tarde El Drogas
13 sep 2015 . Actualizado a las 09:35 h.A Luz Casal el tiempo le ha vuelto a fallar en su retiro, ya obligado, en septiembre a Orros, en Boimorto, que, este fin de semana, acoge el festival de música y de encuentro con la Galicia rural que la artista impulsó hace tres años en la aldea en la que nació. Pero poco importa el tiempo cuando quien acompaña es la gente y esta se contó ayer por cientos en la finca familiar de la cantante, por la que desfilaron niños, jóvenes, adultos y mayores para ser partícipes de una cita con tantas propuestas y tan heterogéneas como su público. Además de solidaria, porque la recaudación de las entradas irá este año para Médicos Sin Fronteras.
Ayer, los nubarrones amenazaron lluvia sobre el Festival de la Luz, que tuvo como cabeza de cartel a los madrileños de Burning, aunque de despertar las ganas de rock nostálgico se encargó ya a media tarde El Drogas. Son solo dos de las más de veinte bandas que se subieron a los tres escenarios instalados en Orros, por donde hoy, si el tiempo deja porque parece que la lluvia no va a perdonar, pasarán otra veintena de artistas de renombre, y de diferentes géneros y estilos.
La música es solo el envoltorio de un festival nada común que sorprende con una muestra sin complejos de lo que puede dar de sí el rural. Y no es poco.