Diez extranjeros reciben formación en el aula de adultos de Arzúa
06 dic 2022 . Actualizado a las 21:58 h.Cuenta Luis Vázquez que Hassel ya no teme a caminar sola por la calle para ir a clase, y regresar luego a casa. Él es el director del Aula de Educación de Personas Adultas de Arzúa, y ella, una de los diez alumnos extranjeros que se agarraron de nuevo a los libros en busca de la oportunidad de futuro que se les negó en sus países de origen. «O noso obxectivo é abrirlles as portas do mercado laboral», apunta el docente, que les imparte clases, en horario nocturno, para que obtengan el graduado en Secundaria, un título mínimo para que puedan tanto acceder a un puesto de trabajo, como seguir formándose. La escuela municipal de adultos es su primer contacto con la comunidad local, en la que desembarcaron procedentes de Honduras, Cuba, Brasil, Colombia y Rumanía.
Son adultos que hacen frente a los reveses de la vida con unas ganas de salir adelante ejemplares. Después de casi dos años en Arzúa, Mavis admite que «cuesta encontrar empleo». Por eso se empeña con tesón en el estudio este madre con una hija de 14 años a su cargo que dejó atrás su Cuba natal en busca de «más oportunidades y una mejor vida. Por eso migramos», afirma esta técnica en Contabilidad y también en Servicios Gastronómicos. Al igual que les sucede a la mayoría de sus compañeros de clase, la falta de recursos impidió a Mavi darle validez a sus títulos antes de volar a España —«el dinero solo llegó para el pasaje», cuenta—.
La suya es una historia que sobrecoge. También la de Hassel, una joven estilista que recientemente dejó familia en Honduras, escapando de la delincuencia que se apodera del país. «Aquí una puede salir a la hora que sea, y no le va a pasar nada, algo que jamás tuve en mi país», cuenta. Las dos dejan «ensinanzas que nos deixan e que me gusta que os rapaces máis novos escoiten para que se dean conta do que lles ofrece o seu país», como dice Luis Vázquez, que, desde el punto de vista académico, subraya «a predisposición que teñen, e o ben que acollen unha lingua descoñecida para eles como é a galega».