El juzgado de Arzúa solo tiene un funcionario de auxilio que está de guardia todos los días del año

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO

ARZÚA

La sede del juzgado de Arzúa, en una imagen de archivo
La sede del juzgado de Arzúa, en una imagen de archivo Natalia Noguerol

El sindicato CSIF reclama a la Xunta que nombre un refuerzo ante la sobrecarga que sufre el trabajador

10 nov 2021 . Actualizado a las 22:30 h.

La actual dotación del juzgado de Arzúa solo prevé la existencia de una plaza de funcionario de la categoría de auxilio judicial pese a que este órgano es mixto único y, por lo tanto, tiene competencias tanto de ámbito civil como de instrucción y hace además las funciones tanto de juzgado decano como de guardia todos los días del año, asumiendo también las competencias de registro civil de cabecera del partido judicial.

Esta situación hace que el único auxilio judicial está de guardia de forma permanente salvo cuando está de permiso o vacaciones y además su presencia es indispensable en muchas ocasiones porque es el encargado de proceder a la grabación de las actuaciones que se lleven a cabo. Este funcionario es el único existente en Arzúa para la grabación de las visas, la realización de videoconferencias —cada vez más frecuentes desde la pandemia de covid—, el archivo judicial, el correo y el registro civil funciones que, advierte la sección de Justicia de CSIF en Galicia que supone «unha sobrecarga de traballo dificilmente asumible por unha única persoa», señala el representante de este sindicato, Antonio Riveira.

Por ello, CSIF ha vuelto a reclamar ante la Xunta el nombramiento «urxente» de un refuerzo para el cuerpo de auxilio en Arzúa. No es la primera vez que lo hace pero aseguran que hasta ahora han recibido nula respuesta pese a que el letrado de la administración de Justicia (cargo con el que ahora se denomina a los antiguos secretarios) ha solicitado también este refuerzo.

El sindicato recuerda que el hecho de que tan solo exista un funcionario del cuerpo de auxilio hizo que el pasado mes de septiembre el juzgado se viese obligado a suspender los juicios de varios días debido a que el funcionario estaba de libranza, algo que «ocasionou un máis que entendible malestar entre partes, profesionais, testemuñas e peritos citados que, nalgún caso, cristalizou coa interposición das correspondentes queixas a través da caixa do Consello Xeral do Poder Xudicial», añade Riveira.