Los temporales del pasado invierno afectaron en distinta medida a la red viaria, que también se deteriora por el uso. Uno de los tramos que sufrió las inclemencias del mal tiempo fue la autovía AG-59, entre Santiago y A Ramallosa (Teo). En esta vía de alta capacidad, una de las más utilizadas del área metropolitana, la zona más afectada corresponde al enlace inicial con la AP-53, perteneciente al término municipal de Santiago, a la altura del kilómetro cero de la autovía. También está en mal estado el semienlace final de este tramo, en el punto de conexión con la carretera AC-841, en A Ramallosa, en Teo, a la altura del kilómetro número 6.
La empresa Ponciano Nieto asumirá estos trabajos de remodelación que comenzarán en las próximas semanas. El plazo estimado para acometerlos es de un mes, según avanzó ayer la Consellería de Infraestruturas.
Además, la Xunta ha contratado obras para mejorar el firme en las carreteras AC-231 y AC-840 a su paso por las comarcas de Arzúa, Melide y Betanzos. En este caso la inversión asciende a 880.000 euros y el plazo de ejecución es de cinco meses. La previsión autonómica es que las obras, que ejecutará la firma F. Gómez, comiencen a finales de este mes. A la reposición de la calzada en los lugares más deteriorados se añade la limpieza de cunetas, la reposición de la señalización horizontal y vertical.