La Festa do Queixo vence al mal tiempo y llena Arzúa de gente

Natalia Rodríguez Noguerol
natalia noguerol ARZÚA / LA VOZ

ARZÚA

xoan a. soler

La organización calcula que reunió a más de 30.000 personas

02 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La Festa do Queixo le mantuvo el pulso al desapacible fin de semana y, finalmente, reunió en Arzúa a mucha más gente -más de 30.000 personas, según la organización- de la esperada ante una previsión meteorológica que anunciaba el paso de una borrasca con intensas lluvias y fuertes vientos. El pronóstico, por fortuna, erró, y tras una exitosa inauguración, el sábado, con el pregón de la premiada actriz gallega Benedicta Sánchez, la jornada continuó, hasta bien entrada la madrugada de ayer, con los conciertos de El Capitán Elefante, Tequila, Novedades Carminha y Ladilla Rusa. La propuesta musical recibió la bendición del público, que llenó la carpa, a prueba de inclemencias atmosféricas, instalada en las inmediaciones del recinto ferial Terra do Queixo.

Bajo la instalación, Luar na Lubre y Baiuca ofrecieron, ayer por la tarde, los conciertos finales de la 45 edición de la Festa do Queixo. También contaron con el beneplácito del respetable, que pudo más que una impertinente lluvia que por la mañana, eso sí, concedió una agradecida tregua. Pasado el mediodía, encontrar un espacio para aparcar en Arzúa era complicado, tanto como, por momentos, caminar por el interior del recinto ferial que albergó la mayor muestra de quesos de la comunidad. Fuera, bajo la carpa del festival, la cantautora arzuana MJ Pérez presentaba su último disco en un animada sesión vermú, y los locales de hostelería de la localidad empezaban a llenarse de gente. Asegurada una mesa para comer solo tenían los precavidos que reservaron con antelación.

Hasta pasadas la dos de la tarde, el ir y venir de gente fue constante en el recinto ferial, con más de medio centenar de queserías. Las firmas amparadas por el Consello Regulador de la Denominación de Orixe Arzúa-Ulloa -que, en 2019, batió su propio récord de contraetiquetado con de 3,6 millones de piezas- ocuparon un lugar destacado dentro del espacio expositivo, en el que también tuvieron presencia las otras tres variedades gallegas protegidas, así como las tradicionales queixeiras. Lola García, de la parroquia arzuana de San Martiño de Calvos, es una veterana en la muestra, en la que despachó la pieza a 5 y 6 euros. «Este ano está indo bastante ben», afirmó.

Tampoco tenían queja los impulsores de la quesería que nació en Arzúa de la fusión de tres granjas familiares y ecológicas. Elaboran «verbas», la marca comercial de un queso graso madurado, hecho únicamente con leche cruda ecológica, cuajo ecológico y sal. Se estrenaban en la feria, donde «vendeuse queixo e fixemos a labor de promoción, que entendemos que é función da feira, co que, en xeral, moi ben», afirmó Pilar Castro, una de las socias productoras. Satisfecho también se fue de Arzúa Juan Perea, de la quesería Tierra de Barros, de Badajoz. A mediodía, casi había agotado existencias. Despachó diferentes variedades de queso de oveja: dos distinguidas como el mejor queso de España, y el tercero mejor del mundo.