Revisan cámaras de comercios para esclarecer la quema de coches en Arzúa

La Voz SANTIAGO / LA VOZ

ARZÚA

PACO RODRÍGUEZ

La Guardia Civil tramita once denuncias, ya que uno de los perjudicados no reclama

11 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La Guardia Civil está revisando todas las cámaras de seguridad de los locales comerciales situados en las calles en las que en la madrugada del pasado lunes se registró una ola de vandalismo en la que dos coches resultaron quemados y otros diez sufrieron roturas de cristales y otros desperfectos.

La intención es comprobar si en una de esas grabaciones de seguridad quedó registrada la acción y poder así identificar a la persona o personas responsables. Por el momento, la Guardia Civil se limita a señalar que los agentes del puesto arzuano tienen ya una línea de investigación concreta, aunque no ha trascendido ningún detalle sobre ella.

Lo que sí es ya oficial es el número de vehículos dañados. Son doce, aunque el instituto armado tan solo ha recibido por el momento once denuncias porque uno de los perjudicados ha preferido no presentar reclamación. No obstante, podría hacerlo posteriormente.

Uno de los coches, un Kia Sportage propiedad de una joven que no es vecina de Arzúa, fue el que resultó peor parado, ya que quedó totalmente calcinado. Otro vehículo, una furgoneta que emplea un taxista para hacer servicios de transporte de equipajes, sobre todo de peregrinos, también ardió, aunque no por completo y la zona de maletero se salvó. Ambos estaban estacionados en la calle Rego da Raña.

El autor de esta ola vandálica sin precedentes en Arzúa se cebó con esta calle, ya que en ella estaban también aparcados otros de los coches en los que se registraron ventanillas rotas, ruedas pinchadas y otros daños en el interior.

Otras zonas en las que también hubo coches dañados fueron la calle de Santiago, delante de la Casa do Concello y Padre Pardo. La Guardia Civil considera que el autor o autores de los desperfectos también son los responsables de la rotura de maceteros en la pizzería O Rueiro, situada en la calle Cima do Lugar.

Los Bomberos de Arzúa recibieron el aviso de emergencia a las 4.30 horas. En ese momento les informaron de que había una furgoneta ardiendo en Rego da Raña, frente a la sede de los juzgados. Cuando ya habían iniciado las labores de extinción vieron cómo comenzaba también a arder el Kia Sportage que quedó totalmente calcinado. Un dato que pone de manifiesto que la acción estaba perfectamente planificada y coordinada por su autor o autores.

En el resto de vehículos, los que aparecieron dañados pero no quemados, los propietarios no echaron nada en falta, por lo que el móvil del robo parece descartarse.